A lo largo de los últimos años el Partido Liberación Nacional ha pasado de ser el grupo político de mayor importancia y trascendencia en la vida política costarricense a ser el hazmerreír de los ticos.
El PLN lleva muchos años ya viviendo de su pasado, del cual cada día que trasciende se separa más y más. Pasado cuyos logros –que no son secreto para nadie– inspiran todavía a que muchos jóvenes aún nos sintamos identificados con el partido y determinados a dar la lucha por su restructuración. Ya han pasado muchos años de los logros de aquellos “glostoras y medallitas” y somos una nueva generación la que quiere dar la lucha dentro del PLN. Sin embargo, qué difícil nos la dejan…
Hace ya varios años, nuestro expresidente José María Figueres nos conversaba de la necesidad de avanzar hacia un PLN 2.0. En un artículo publicado en el Diario La República, en octubre del 2011 (si ya hace más de 7 años estamos hablando a lo interno de una reestructuración del partido), el Presidente Figueres decía lo siguiente:
“Podemos avanzar hacia un partido político ‘2.0’ para continuar nuestros aportes a la Patria, sobre la base de lo hecho y de lo aprendido”.
En los años transcurridos desde que se pronunciaron estas palabras, el partido ha pasado por muchísimas nuevas experiencias –muchas no deseadas– que lo obligaron a aprender y ahora le corresponde trabajar.
Entre las experiencias que comento, podemos destacar dos “strikes” importantes en la vida del PLN:
- La derrota en la contienda presidencial 2014-2018.
- La derrota en la contienda electoral 2018-2022.
Sobre el primer strike: La campaña electoral de Johnny Araya, de la cual muchos recordamos grandes pifias como el “contráteme” causó el primer fuerte strike para el Partido Liberación Nacional (nadie lo contrató). En una segunda ronda que se debió continuar sin candidato (por culpa de este o de sus mas cercanos asesores), el PLN obtuvo lo que hasta ese entonces había sido la peor derrota electoral de la agrupación. Muchos en aquel momento dieron por muerto al partido, a quien el pueblo había castigado con menos de un 22% de los votos en dicha elección.
No obstante lo anterior, como el ave fénix el PLN logró resurgir de las cenizas, con la integración de un Comité Superior Ejecutivo, presidido por el mismo Figueres, y el cual logró reacomodar al Partido y asegurarle la victoria de casi el 60% de las alcaldías.
Sobre el segundo strike: Luego de una dificilísima contienda a lo interno del partido, en la que se disputaron el puesto de candidato presidencial Figueres y Desanti, ganó contra todo pronostico el segundo. Su primer acto como candidato fue darle la espalda al figuerismo, ocasionando una fuerte división a lo interno. Lo anterior, de la mano de un pésimo manejo de la campaña y grandes pifias del candidato y su comando, causaron -ahora sí- la peor derrota en la historia del PLN. Un partido que nunca había estado fuera de una contienda electoral, tuvo que ver la segunda ronda desde su balcón.
Luego de este strike, volvió a sonar por doquier aquel llamado a reinventar el partido. Uno creería que el partido entendió el llamado del pueblo y de inmediato se arroyo las mangas y se puso a trabajar. Lamentablemente 100 de 139 asambleístas nos demostraron lo contrario este sábado 19 de mayo, en una asamblea general del partido que no se celebró por su ausencia.
Don Pepe decía que “al toro hay que agarrarlo por la raíz de cacho”. Es de mi opinión, que la reestructuración o el avance hacia el PLN 2.0 no se va a dar, sino hasta que salgan del partido todas aquellas personas que –a todas luces- no quieren cumplir con su deber. No solo eso, también es menester que las personas que causaron los dos primeros strikes del partido, se hagan a un lado y presenten su renuncia, permitiendo que otros tomen la dirigencia de Liberación Nacional.
En Liberación Nacional hay muchísimas personas que quieren dar la tarea y que quieren levantar la carreta y echarla a andar. Muchos soñamos con devolverle a Costa Rica, un partido grande que lidere las grandes luchas que años atrás, pusieron en alto en nombre de nuestra patria.
No es justo ni para el partido ni para el país, que sigan manejando al PLN un grupo de personas que no cumplen con su trabajo y que a la postre parece que buscan darle un strike out al partido. A esas personas que no quieren trabajar y tanto daño le han hecho al PLN les digo: váyanse para la casa; sus espacios en la asamblea del partido, los merecen quienes sí quieren sacar la tarea.
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