— Probablemente sí. Su historia está marcada por la debacle. Es como aquel cuento (real) de la ley que le permitía a Poll comprar un Toyota del año sin impuestos. Sí, en serio, eso pasó. Por cierto ¡la ley no ha sido derogada!

Dato D+Ley 8087, ARTÍCULO ÚNICO.-Exonérase de todo tipo de impuestos, tasas y sobretasas la compra de un automóvil Toyota Yaris, último modelo, para que sea utilizado por Claudia Poll Ahrens, ganadora de dos medallas en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. Asimismo, se exonera del pago de todo tipo de impuestos y derechos, la inscripción de dicho automóvil en el Registro Público de la Propiedad de Vehículos. Rige a partir de su publicación.

— En fin. Esta torta es otra torta. Vamos a la que hoy nos compete: el Premio Nacional Deportivo Claudia Poll fue creado en 1997 por la Ley 7703 que estableció que el reconocimiento consistiría en una cinta, una placa y una suma en efectivo equivalente a cien salarios mínimos del puesto de Director del Servicio Civil. Spoiler: es muchísima plata.

— La idea era que el Estado ofreciera una condecoración “a los deportistas costarricenses, cuyas actuaciones merezcan títulos o medallas en juegos olímpicos, torneos o campeonatos mundiales, previamente reconocidos por el Consejo Nacional de Deportes”. Todo esto, evidentemente, tras la efervescencia y locura que generó la medalla de oro que de Claudia en las olimpiadas de Atlanta 1996.

— Por distintos motivos (todos muy costarricenses) el premio durmió el sueño de los inocentes desde el 2000 (año en que se entregó por primera vez) hasta el 2013 cuando se armó un 2x1 rarísimo para darle el reconocimiento a Claudia Poll (por segunda ocasión) y a Nery Brenes. A la primera por su triunfo en el campeonato mundial de natación máster del 2010 y al segundo por su medalla de oro en los 400 metros planos bajo techo en el mundial del 2012. Claudia recibió 160 millones de colones y Nery 167.

— Aquella designación, naturalmente, no estuvo libre de #polémicaenredes, particularmente porque Hanna Gabriels había ganado el campeonato mundial de las 154 libras en 2010 y... no recibió el premio.

— La situación se había puesto color de hormiga por allá del 2012 cuando el tema del reconocimiento empezó a sonar de nuevo pues pasamos de no tener campeones mundiales en años de años a tener a dos al mismo tiempo (Nery y Hanna) ¡y de pronto los estábamos poniendo a competir por el premio! Hasta Pilar Cisneros pegó el grito al cielo.

Dato D+: Nadie en este país entendió nunca cada cuánto se debía entregar el bendito premio. La ley —mamarracho populista— estaba tan mal redactada que decía lo siguiente: “Otorgamiento. Cada cuatro años, el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes nombrará al jurado que otorgará el Premio Nacional Deportivo Claudia Poll”. Es decir, resolvía el jurado pero no la periodicidad del premio. El primer reglamento de la ley (1998) estableció que debía entregarse de forma anual y el segundo (2012) pasó al formato bienal. Sin embargo, la propia presidenta Chinchilla enredó a la prensa usando la palabra bianual y de pronto Raymundo y todo el mundo entendió que era dos veces al año y... en fin. #Somospotenciamundial

— Visto que Laura Chinchilla era fuerte fan de Hanna la cosa se puso incómoda. Muy incómoda. Eventualmente se determinó que Hanna en realidad no competía por el premio contra Nery sino contra Claudia (pues ambas ganaron sus títulos mundiales en 2010) y bueno, como ya leyeron... Hanna terminó perdiendo. Para hacer todo más pintoresco también trascendió entonces que la primera vez que Claudia recibió el premio (año 2000) se lo habían dado incompleto. #Recontraplop!

—En aquel entonces (2012), previo a la designación de Poll y Brenes, Gabriels había dicho a Al Día que la experiencia de tener que exigir el premio le había resultado más que frustrante: “Yo me postulé el año pasado para ese premio. Fui la única atleta que lo hizo. Ellos lo único que tenían que hacer era reunirse para ver a quién se lo daban, pero como soy la única no había mucho que pensar...”. Pues mucho pensaron y no se lo dieron.

— A solo un año de aquel trago amargo para el deporte nacional el premio pasó a mejor vida cuando la Ley 9211 (Ley sobre Premios Nacionales de Cultura, 2014) derogó a la 7703. Según explicó el ministro de Cultura de aquel entonces (Manuel Obregón) la decisión respondía a que ya "Deportes" (desde 2009) no formaba parte del ministerio de Cultura. La idea, entonces, era que el premio fuera otorgado por la autoridad competente y bueno, evitar un recargo más que oneroso al presupuesto ya de por sí alicaído del MCJ.

— Obregón había explicado desde el 2012 que Cultura no tenía los recursos para premiar a los atletas pues el monto del reconocimiento era equivalente a todos los premios nacionales de cultura que se entregan cada año o bien, a la mitad del presupuesto anual operativo de la Dirección de Cultura.

— Hasta aquí, la historia es triste, muy triste. Y punto. Pero llega el 2018 y bueno... solo puedo decirles que esto oficialmente escaló a niveles tan maravillosamente autóctonos que de verdad podemos decir con toda la propiedad del caso que en torpezas legales y administrativas #somospotenciamundial

— Resulta y sucede que dentro de los nombres “nominados” para el premio 2010 no estaban solo Claudia Poll y Hanna Gabriels, también se sumaron Jonathan Mauri (natación, medalla de oro en 400 m combinado individual categoría 25-29 años, Torneo Masters de Suecia, 2010), Hugo Velásquez (levantamiento de potencia, nominado por títulos varios en diversas competencias internacionales) y Andrea Guillén Vargas (judo, medallista de bronce en las olimpiadas juveniles Singapur 2010).

Aquí es necesario (discúlpenme) hacer OTRA pausa para una vez más ilustrar el desastre de este premio. Primero: Obviamente existió en aquel entonces una polémica en torno a si un título mundial en categoría máster debía tener el mismo peso que uno en “primera categoría”. El debate es largo y tedioso —además de emotivo— y este no es el lugar para abordarlo, pero se los cuento por contexto. De hecho, de los 5 candidatos, todos, menos Hanna, recibieron cuestionamientos en torno al “mérito” de su nominación. Aunado a esto agreguemos que se dijo oficialmente de que el premio iba a ser de 29 millones pero Claudia, según detallaron La Nación y Extra terminó recibiendo 160.

— Como ya expliqué el jurado decidió darle el premio Claudia Poll a Claudia Poll. Sin embargo, Jonathan Mauri consideró que él también tenía derecho al premio y demandó al Estado en el Tribunal Contencioso Administrativo de San José para reclamarlo.

— En primera instancia, se resolvió a favor del Estado. Pero Mauri apeló y solicitó al Estado una cifra que ya supera los 200.000.000 de colones pues además del premio y los intereses reclama —por ejemplo— 25.000.000 de colones en daño moral.

— Pues bien... según informó ayer Diario Extra Mauri no solo ganó el caso, sino que recibirá el premio de manos del Estado ¡hoy mismo!. No tenemos la sentencia en mano (lo sabroso que sería) pero nos huele a que todo esto responde a #FuertePeladadelEstado. Y no por inoperancia de última hora, sino por desastre absoluto desde la propia concepción del premio.

Henry Nuñez, del Comité Olímpico de Costa Rica, mostró su desconcierto por la condena y dijo a Extra que “considero que hubo una extraña pasividad en la defensa de esos recursos públicos ya que ni siquiera se presentó una apelación a esa sentencia y no es competencia de un juzgado definir a quién asignar ese premio”.

— Además: “Podrían tener competencia en indicar que el procedimiento es o no nulo, pero no tienen la potestad de indicar a quién se le debe asignar el premio porque incluso habían cinco candidatos a ese premio, no solo ese señor”.

— En fin. Aunque usted no lo crea el Ministerio de Cultura y Juventud convocó a la prensa hoy a las 9:30 a.m. al Acto de entrega del Premio Deportivo Claudia Poll Edición 2010 en el cual el viceministro Dennis Portuguez entregará el reconocimiento a Mauri. ¡Les imploro lo transmitan en vivo por Facebook Live!

— Ya sé. Tienen muchas preguntas. Nosotros también. Enviaremos a Cultura un muy completo cuestionario. A ojo de buen cubero nos parece que se determinó que Mauri cumplió con los requisitos normativos originalmente establecidos (y luego modificados) por la (desastrosa) ley para obtener el premio y por ende el Estado fue condenado...

— No deja de ser impresionante que Hanna no recibió el premio, que tuvo que pasar por la angustia de reclamarlo y exigirlo (explicó, inclusive, que necesitaba operarse la columna) y que 8 años después este muchacho no solo logró obtener la millonaria suma sino que le agregó otro mogollón de plata encima. Si bien Mauri podría perfectamente estar a derecho no cabe duda de que a partir de hoy este caso es la mejor evidencia de hasta dónde puede llegar una ley populista, estúpida e improvisada...

Bonus track: Obviamente el enfoque de Extra ha sido resaltar (de verdad solo en este país pasan estas cosas) que Jonathan Mauri es hermano de la actual ministra de Deportes. Naturalmente una cosa no tiene nada que ver con la otra pero... ¡¡¡mecachis con esta finca!!!