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Diputados: en adelante, hacia adelante...

— Este no es momento para ser mezquino. Este no es momento para ser piedra en el zapato ni tabla que se afloja sobre el camino. No podemos darnos ese lujo; el tiempo apremia y el país no puede seguir enfrascado luchando contra sí mismo. Costa Rica tiene mucho por sanar y por sanear... ojo, que no es lo mismo curar una herida que combatir una enfermedad, pero ambas medidas son igual de importantes si se pretende salir adelante.

— Ubiquémonos primero: la nación entera viene saliendo de una desgastante campaña electoral que pasó factura hasta a quienes se abstuvieron de votar. Si usted está leyendo esto, aunque sea porque se lo hicieron llegar, no puede pretender que está por encima de la resaca emocional que todavía persigue a uno que otro excandidato costarricense.

— La sensación generalizada es muy similar a aquella que se siente cuando a algún excompañero de quinto año se le ocurre hacer una fiesta para celebrar los 15 años de graduación. Usted se emociona pensando en aquel maravilloso reencuentro e ignora que se va a topar de frente con una realidad que tenía mucho tiempo ignorando.

— Pero alto ahí. No se engañe. Usted no es especial. A sus compañeros les pasará exactamente lo mismo. Ellos también avanzaron por la vida forjando cámaras de eco que validaron su visión de mundo cada vez más hasta que fueron poco a poco olvidando “al otro”. Usted piensa que el otro es el otro pero el otro piensa que el otro es... usted.

— Entonces, resulta tan jodido para Pedrito enterarse de que Susanita es racista como para Susanita enterarse de que Pedrito es gay como para Cindy enterarse de que Daniel sigue tocando covers de trova como para Daniel enterarse de que Cindy votó sí al TLC y no le paga seguro a la empleada. Ariel, por su lado, no supera que Mónica se hizo “pandereta” y Mónica no puede creer que Ariel usa pajilla de plástico y apoya la pesca de arrastre. ¿Y qué me dicen de Chavela? ¡Se dejó decir que Ortega era un símbolo de la democracia! Ahí sí que los asustados fueron todos.

— En fin... que somos un país pequeño pero diverso y que no siempre “somos de los mismos”. Simplificándolo al extremo y poniéndolo en bonito: hay una inmensa cantidad de gente a la que le importa poco menos que un pepino si Navas clasificó a la Champions. “Ah, esos”. Bueno, esos también necesitan un seguro social robusto, un sistema de pensiones sostenible y una infraestructura vial eficiente.

— Está claro que creer o no en La Negrita no nos impide añorar más oportunidades de empleo en provincias y una capital más segura. Y hasta Chavela, la Ortega lover, puede coincidir en eso. Porque resulta, además, que si algo (más) aprendimos tras las elecciones es que no estamos tan divididos como pensábamos.

— Entonces. Ya la angustiante fiesta del reencuentro pasó y salvo un par de excompañeros que hicieron más feo de la cuenta y la ya aludida e inevitable “goma” (¿moral?) la verdad es que la enorme mayoría de intercambios dejaron una experiencia constructiva.

— Estamos cansados sí, pero también esperanzados.

— Recordamos a la fuerza que no es sino hasta que escuchamos a quien piensa distinto a nosotros que podemos empezar a entenderlo. En la medida en que nos damos cuenta de que antes de acribillar “al otro” hay que validarlo, escucharlo y entenderlo logramos salir adelante. Ellos y nosotros. Porque en el país entramos todos.

Mañana jueves a las 3:00 p.m en Café para Tres les voy a compartir algunos ejemplos de por qué creo que estamos más cerca de lo que pensamos. Si tienen alguna anécdota electoral y les gustaría que la tome en cuenta para compartirla en el programa pueden hacérmela llegar a [email protected].

¿Qué tiene que ver todo esto con Carolina Hidalgo?

Todo. Ella es la viva representación de esa esperanza. Porque aunque ayer –con cierto grado de razón– el jefe de la bancada verdiblanca (Carlos Benavides) recordó la importancia de trascender los simbolismos la verdad es que si en este momento hay una figura política simbólica por excelencia es Carolina.

— No solo porque su designación pone fin a una racha de 17 hombres seguidos en el ejercicio del cargo que ahora ostenta [Por cierto, si existe una sola persona a quien semejante dato no le incomode definitivamente se quedó atrapada en el siglo XX]. No. Vamos más allá de ese dato, a todas luces mayor.

— Carolina es una mujer joven, que pone rostro al futuro político del país. Hablamos, además, de una profesional preparada y capaz. Hablamos de alguien sobre quien, inevitablemente —y sin caer en la molesta costumbre de levantar pedestales para luego sacudirlos a patadas— se depositan serias expectativas.

— La tarea no es fácil...

— A Carolina le toca trabajar con un directorio donde ella misma es minoría. Le toca trabajar con un Congreso donde su bancada no es siquiera la segunda en tamaño. Le toca, además, ser el rostro de un movimiento “progresista” en la Asamblea más conservadora de la que los que ya peinamos canas en la barba tengamos memoria.

— De nuevo: hablamos de lo simbólico. La persona que ejerce la presidencia del Congreso puede hacer lo que puede hacer, no más. El tema está en cómo lo hace.

— Volvamos al reencuentro de egresados. En el momento en que la fiesta se pone espesa porque Alejandra quiere que suene El General, Óscar quiere que suene Arjona y Dagoberto quiere que suene U2... Carolina tiene la tarea de tomar la iniciativa y ejercer un liderazgo asertivo y estratégico para encontrar ese cuarto grupo en el que todos coinciden (Suena: Soda Stereo - De Música Ligera).

— Ahora bien. Hay truco. Y el truco está en la palabra subrayada: todos. Es decir: los demás. Sola no puede. Los otros 56 diputados también están de cara a la historia. No pueden subestimar lo que le pidieron al pueblo, que es lo más importante que el pueblo pudo darles: su confianza.

— Necesitamos, con urgencia, que este Congreso ayude a que Costa Rica avance. Diputadas, diputados, hoy ustedes inician formalmente labores. Serán cuatro largos años... hoy la página está a su favor, en blanco. Todos parten con nota 100. Pregúntense, ahora que pueden, ¿cuál quiero que sea mi legado? ¿qué recuerdo quiero dejar en los costarricenses?

— Recuerden que desde esta y otras plataformas similares vamos a estar fiscalizando muy de cerca su trabajo. Pediremos cuentas. Exigiremos resultados. Denunciaremos abusos. No aguantaremos nada. La ciudadanía tampoco. Hoy está atenta, alerta y sí, esperanzada.

¿Cómo fue la primera sesión del nuevo Congreso? ¿Por qué el PLN fue el principal ganador del primero de mayo? Si usted es suscriptor de Delfino + se lo explicamos todo en Barra de prensa.