“Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve y eficaz por medio de ejemplos”
Lucio Seneca, filósofo de la antigua Roma.

Cuando hablamos de la deuda pública, inmediatamente nuestra mente visualiza términos económicos como el PIB, deuda externa o déficit fiscal. Pero también tenemos una inmensa deuda en educación. Esa deuda ha sido evidenciada una vez más por medio del último estudio económico de la OCDE.

El 23 de abril se celebra el Día de la Lengua Inglesa en las Naciones Unidas, fecha escogida en rememoración al nacimiento y muerte de William Shakespeare.

El Dr. Edwin Marín Arroyo del TEC, señala que “El desarrollo económico nacional ha estado siempre ligado a la educación y cada vez que el Estado pretende realizar un cambio en su estrategia económica el primer paso que da es promover la educación”. La enseñanza del inglés no ha sido la excepción.

A finales del siglo XIX, el principal socio comercial de Costa Rica era Inglaterra debido al café y Estados Unidos gradualmente incrementó su importancia comercial para el país. A raíz de ésta situación y la importancia que representaba para el desarrollo socioeconómico, la enseñanza de esta lengua se oficializa en Costa Rica en 1901.

Es en 1944 que se hace la declaratoria de la obligatoriedad de la enseñanza del inglés en escuelas primarias, posiblemente estimulado por el convenio comercial que Costa Rica había ratificado con Estados Unidos a finales de la década de los treinta. El país necesitaba prepararse para los nuevos retos y qué mejor forma que comenzar desde la escuela.

Desde su inicio y a través de la historia, la enseñanza del inglés ha topado con los mismos retos que incluyen falta de docentes, competencias deficientes de los profesores, deficiencia en las metodologías, experimentos y nuevos planes de estudio poco exitosos y desarticulados con el mismo resultado en forma consistente: estudiantes que salen del sistema sin hablar más que un nivel muy básico del idioma.

Como directora de la Fundación Costa Rica Multilingüe en 2008, iniciamos el proyecto del Observatorio de Idiomas, iniciativa orientada a realizar investigación y medición del desempeño de la enseñanza, principalmente del inglés. Ahí se hicieron varios hallazgos importantes —como los niveles de inglés de los profesores — y se inició una intensa labor de capacitación para mejorar las competencias lingüísticas de los docentes del MEP. También se empezó a medir los niveles del idioma de los estudiantes de colegio, del INA y de universidades públicas y privadas. Lamentablemente el esfuerzo se extinguió y seguimos acarreando una deuda que lleva ya 117 años...

La celebración de este día es una excelente oportunidad para reflexionar sobre el reto que tiene el país. En Costa Rica el hablar inglés es el elemento de mayor movilidad social. Como señala el Estado de La Nación 2015 y 2016, existe gran demanda por puestos donde se requiere el idioma inglés. Adicionalmente el hablar inglés puede significar un incremento superior al 20% en el salario.

Todos tenemos el sueño de una Costa Rica con más oportunidades, de una Costa Rica más equitativa, de una Costa Rica más competitiva. Todo el sector educación, el Ministerio de Educación Pública, el Instituto Nacional de Aprendizaje y las universidades públicas y privadas, así como los institutos de idiomas pueden y deben realizar un aporte muy valioso si las metas son claras y hay voluntad política.

Enseñemos inglés y no sobre el inglés. El país y los costarricenses lo merecemos.

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