En su primer mensaje como presidente electo Carlos Alvarado señaló seis necesidades en las cuales urge a los actuales y futuros legisladores trabajar. Una de los temas que Alvarado abordó manera novedosa en la política nacional fue el de descarbonizar el modelo de transporte costarricense:

Quiero pedir de forma respetuosa pero vehemente a las autoridades del INCOFER actualizarnos y trabajar en conjunto con nuestros equipos la ruta crítica para que tengamos el tren eléctrico interurbano. (…)

Llevemos a Costa Rica adelante, y celebremos que estamos camino al desarrollo (...), que sacamos la gasolina y el diésel de nuestro transporte y utilizamos energías limpias; y esa será la abolición del ejército de nuestra generación, nos toca a nosotros hacerlo”.

***

En 2016, la costarricense Mónica Araya presentó su charla “un país pequeño con grandes ideas para eliminar los combustibles fósiles” en las famosas conferencias TED. Mónica es doctora en gestión ambiental y en diferentes círculos ha sido etiquetada como activista, académica y ambientalista. Sin embargo, Araya se describe como una economista que trabaja con la gente y la tecnología para lograr un cambio cultural que permita a Costa Rica descarbonizar su economía.

Para lograr este cometido, Mónica, a quién la Universidad de Costa Rica describe como especialista en economía climática, es partidaria de la movilidad eléctrica y de las energías renovables. En un país donde el año pasado el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció que durante 300 días Costa Rica no usó combustibles fósiles para la producción energética, Mónica cree que sería una oportunidad desperdiciada no caminar cuanto antes hacia la independencia del petróleo para consolidar un futuro cada vez más verde.

El anuncio del ICE resonó en los medios alrededor del mundo, los cuales alabaron el “fuerte compromiso” de Costa Rica con el ambiente, sin embargo, pocos se atrevieron a poner el dedo en la llaga. Mónica y el diario Inglés The Gurdian lo hicieron.

El tema incómodo es que en mismo país en el que casi toda la energía eléctrica proviene de fuentes renovables (viento, agua, volcanes, sol) la gran mayoría de las personas sigue precisando del petróleo para movilizarse. Esto presenta una gran contradicción pues al mismo tiempo que Costa Rica pretende ser carbono neutral continúa ahogándose a paso desenfrenado en el carbono del sector transporte.

La única cosa que casi el 100% de las personas utiliza todos los días, que no encuentra en sus casas, que no producimos en Costa Rica y que requiere trasladarse a una estación de abastecimiento para conseguirse es precisamente el petróleo. En cambio, la electricidad, en la mayor parte del país, la tenemos en nuestras casas, la producimos en Costa Rica y además es renovable.

No es el caso de países como Alemania, China, India, o por ejemplo Belarús donde el 99% de la electricidad es sucia. Cuando en esos países yo les digo que en Costa Rica el caso es lo opuesto [nuestra energía es limpia] la gente no puede creer que aquí no utilizamos carros eléctricos y sí utilizamos petróleo para movilizarnos todos los días”.

Por es emotivo en 2015 Mónica se unió a la dupla congresista de Marcela Guerrero y Franklin Corella, quienes desde la Asamblea Legislativa impulsaron la Ley de Incentivos y Promoción para el Transporte Eléctrico, ley que no fue promulgada sino hasta febrero de este año.

La diputada Marcela Guerrero y yo impulsamos el proyecto de movilidad eléctrica [Ley 9.518] sin perder de vista cuáles eran los grupos de interés que se iban a oponer, los cuales no tienen que ser motivo para escandalizarse, es decir, no estoy de acuerdo con ellos, pero parece normal que cuando uno quiere incidir políticamente, en cualquiera que sea la causa, encuentre oposición en el camino.

Cuando uno se propone incidir debe tener presente que en el trayecto se ganan algunos adversarios y también se pierden algunos amigos. Por ejemplo, con el tema de la refinería China hubo mucha gente inconforme con mis posiciones, porque claro la lógica de un país limpio es como estar a dieta. Cuando estás a dieta te hablan de que tenés que comer ensalada, tomate, lechuga y eso vos lo entendés y procurás comer bien, pero cuando nos dicen que hay ciertos alimentos prohibidos ahí como que uno entra en estado de negación.

Entonces, la narrativa de un país limpio es una narrativa muy linda pero cuando decís que no se pueden hacer ciertas cosas, como una refinería nueva, o que ya no podemos seguir dependiendo del petróleo, ahí tenés un estado de negación por parte de los grupos de interés”.

La promulgación de Ley 9.518, que impulsó Mónica junto a los diputados oficialistas, nos coloca al lado de países europeos, pues las exoneraciones presentes en esta ley son parte de los impulsos que también procuran en esas latitudes para incentivar entre la población el uso de vehículos eléctricos.

En primera persona

Hace unos meses me dirigía hacia el aeropuerto de Schiphol en Amsterdam. Eran las 4:00 a.m y pedí un servicio de taxi no convencional; cuando la aplicación me indicó que mi ride estaba afuera, casi incrédula pregunté al conductor si era para mí y me dijo que sí.

El auto lucía espectacular y no pude aguantar las ganas para tímidamente preguntar:

— Disculpe, ¿qué marca de carro es esta?
— Un Tesla
— ¿Un Tesla? —y se iluminaron mis los ojos—.

Acto seguido Jan, el chofer, y yo nos hicimos mejores amigos y él procedió a mostrarme las maravillas del carro y a contarme con lujo de detalle los beneficios de un auto eléctrico. Curiosamente, mientras reviso mis viajes en la aplicación, me doy cuenta de que mis trayectos en los Países Bajos fueron hechos por carros eléctricos o híbridos. En cambio, de vuelta en nuestro continente el panorama es distinto".

Según Mónica, el rostro más visible de un planeta limpio lo da el modelo de transporte eléctrico. En Europa, el renacimiento de Tesla ha llevado a otras compañías automotoras a dar el paso hacia los modelos eléctricos y ha cambiado la industria automotriz para siempre.

Mónica, optimista, dice que,así como a inicios de este siglo tuvimos una explosión con la tecnología celular así mismo la tendremos con los autos eléctricos, pero lo cierto del caso es que ambos mercados tienen un origen muy distinto. Mientras la tecnología celular amplió y diversificó el mercado la tecnología de los autos eléctricos pretende eliminar el mercado de autos que funcionan a partir de los derivados del petróleo; esto toca intereses muy poderosos y poco dispuestos a ceder.

La tendencia para América está a la vuelta de la esquina. Como todo al principio, ahora la tecnología [de los carros eléctricos] no es barata, pero llegará a serlo. Por ejemplo, antes los teléfonos inteligentes eran caros y ahora casi todos tenemos uno. Esto está empezando. Mientras tanto hay que trabajar en las narrativas sociales y culturales para que la gente entienda que es inconveniente, desde todo punto de vista, depender del petróleo. Debemos empezar la transición a la electricidad”.

Como en muchos otros temas, la tendencia continental naturalmente inicia en Estados Unidos. California es un estado líder en cuanto a carros eléctricos, sin embargo, esta tendencia hay que verla con lupa, pues, aunque el idílico estado norteamericano haya anunciado que para 2030 quiere en sus calles cinco millones de autos eléctricos, en Costa Rica eso no se traduce igual. La misma Mónica reconoce que las propuestas para que el sector transporte de nuestro país prescinda del petróleo no provienen, hasta el momento, de una visión gubernamental articulada.

La movilidad eléctrica no está siendo impulsada por el [Poder] Ejecutivo, esta no es una lucha que dio el Gobierno. Si nosotros nos hubiésemos esperado a que el Ministro de Ambiente y el Presidente de la República dijeran que estaban dispuestos a comprometerse con la movilidad eléctrica y con la ciudadanía, aquí estaríamos esperando porque ese día nunca vino. Mientras en el [Poder] Legislativo junto a la ciudadanía estábamos trabajando en este plan [de movilidad eléctrica] el Ejecutivo nos estaba viendo desde fuera.

Por eso dimos un paso triangulado, que me parece que es un buen modelo a seguir, entre ciudadanía, expertos y políticos; pero políticos dispuestos a escuchar, a dialogar con argumentos y a tomar decisiones.

Este tema se supo en muchas partes, por ejemplo, en Chile, en México y Colombia, porque a nivel latinoamericano es un gran paso. Aún hoy nos siguen preguntando cómo hicimos para pasar este proyecto, yo lo que digo es la verdad, o sea, este proyecto no fue hecho por 4 personas encerradas en una oficina, donde luego mágicamente aparece el plan regulador que acomoda todo y el sector se crea.

Al contrario, las partes interesadas fueron muy claras en qué era lo que se necesitaba para crear la ley y, aunque suene ilógico, antes de pasar la ley no existía ningún plan regulador sobre movilidad eléctrica y yo creo que esto solo pasa en Costa Rica, que se pasa primero una ley y después se hace un marco y plan regulador”.

Arte ciudadano

Mónica Araya ha trabajado desde todas las trincheras sociales posibles. En 2013, luego de más de dos décadas de experiencia en el campo del desarrollo sostenible con perspectiva económica, y también de haber sido parte del grupo negociador de cambio climático por Costa Rica, fue presentada por el entonces candidato presidencial Dr. Rodolfo Hernández como una de sus dos personas a ocupar la vicepresidencia del país en la papeleta 2014.

Hoy día ella se declara a sí misma como una apasionada por la participación ciudadana y se desliga de cualquier partido político actual.

Pertenezco al partido político más grande de todos: la ciudadanía. A mí me interesa mucho el debate del poder, porque la política no es otra cosa que la gestión del poder. Entonces, si yo quiero que mi interés por una sociedad más limpia en términos ambientales, se traduzca en acciones concretas, tengo que llevarlo a una gestión del poder. Porque la transformación ambiental pasa por un cambio en la política económica de cada país. Uno tiene que tener la disciplina de entender cuáles son los grupos que se van a oponer a las propuestas limpias, y dentro de estos grupos de poder, por supuesto, estoy incluyendo a la ciudadanía, porque en última instancia el mayor impacto, sea positivo o negativo, de un país limpio, se lo lleva la ciudadanía”.

¿Cómo incluir a la ciudadanía en un debate por un país limpio de petróleo?

— Uno de los trabajos más importantes para lograr esto es traducir el lenguaje, porque si uno empieza a hablar en términos activistas de la causa limpia y empieza a hablar de términos económicos sucede como si a mí me hablaran en turco. Entonces un primer paso para incluir a la ciudadanía es hablar el lenguaje de la gente.

Por ejemplo, me parece muy bien que Carlos Alvarado, en su primer mensaje como presidente electo haya dicho que es una prioridad para la Costa Rica del bicentenario descarbonizar la economía; me gustaría saber cuántos presidentes de América Latina han utilizado en su primer mensaje el término economía descarbonizada (...) apuesto mil dólares a que ninguno, pero, por un lado me alegra porque vamos un paso al frente... y por otro me pregunto cuántas personas habrán entendido lo que eso significa.

Así que nuestro trabajo en este sentido es muy simple, en lugar de decirle a la gente que necesitamos una economía descarbonizada, les explicamos que las energías renovables no contaminan y las energías fósiles sí. La energía renovable significa que no es fósil, o sea que no tiene carbono, entonces no contamina y no incentiva el cambio climático.

Esto permite una cierta democratización del lenguaje y del conocimiento en un tema que se vuelve cada vez más recurrente en el Siglo XXI. La gente nunca va a poder defender una causa o una idea que no logra expresar en su propio lenguaje.

Aquí uno de los grandes retos es que el tema no se quede en los expertos, en consultorías, o en talleres... que a veces tenemos talleritis aguditis. Aquí se trata de que la mayoría de personas puedan tener un fácil acceso a esta información y a partir de ahí generar conciencia. Una vez que esa conciencia está, las personas no pueden quedarse esperando a que venga Mónica Araya, o que venga el alcalde, o que venga Carlos Alvarado a trabajar por sus comunidades, no. La gente misma tiene que apropiarse y procurar los cambios que quiere ver en sus comunidades por sí misma.

¿Cree que ese aterrizar es suficiente para lograr un verdadero involucramiento?

— Suficiente no, pero algo se avanza, vamos a ver, por eso te digo lo de las narrativas. La inconveniencia de continuar dependiendo del petróleo no es únicamente un proceso técnico, ni ambiental, o un proyecto únicamente económico; este es un proyecto que podrá ser real cuando un ciudadano X, en cualquier lugar de este país, diga 'mirá esto de no usar más carros con muflas tiene sentido', esa lucidez es parte del proceso de concientización para involucrar a la gente a exigir que Costa Rica sea un país limpio.

De todo este pensamiento que te cuento nace Costa Rica Limpia, porque mi preocupación, como la de muchas otras personas, es real. En inglés esta idea queda un poco más clara porque existe la palabra policy para hablar de políticas públicas y también está la palabra politics, para hablar de la incidencia política. Entonces, con esto claro, un día yo me dije que quería pasar de elaborar las policies a politics, y por eso nació Costa Rica Limpia.

En este sentido la gente me pregunta que por qué no estoy en un partido político, cosa que yo misma me sigo cuestionando, es decir, en algún momento me he sentido más afín con alguna agrupación que en otro momento, pero del todo no me he logrado casar con una sola agrupación política, todavía no tengo resuelto ese tema. Pero sí le digo a los partidos que yo puedo participar en estos temas siempre y cuando se fortalezca el músculo ciudadano que en muchas ocasiones está flácido, sin embargo, ahora se ha ejercitado un poco con todo el tema de las elecciones y el grupo Coalición Costa Rica

Lea también: La indiferencia la quebramos participando: Entrevista con Coalición Costa Rica.

El proceso está más o menos armado, se involucra al ciudadano en el debate por un país limpio, se genera conciencia, pero ¿cómo lograr acciones concretas de parte de los ciudadanos al respecto?

— Creo que el secreto para entotorotar el ciudadano a participar es creando narrativas de por qué es importante no seguir dependiendo del petróleo e ir construyendo un país de energías limpias, porque si el ciudadano común compra la idea de que liberarnos del petróleo es bueno, en algún momento esa idea ciudadana se va a convertir en una demanda política.

***

La doctora Araya no solo es reconocida a nivel nacional por su expertise en estos temas, sino también a nivel internacional. En este sentido reconoce con propiedad que la invitación de Carlos Alvarado a convertirnos en la generación que abolirá el ejército de los combustibles fósiles es un buen comienzo del gobierno electo.

La única razón que encuentro de que Carlos haya dicho esto es porque pertenece a una nueva generación y esto es muy positivo. No podés promover una causa, desentenderte de la dinámica de los grupos de interés y no tener una estrategia para darle seguimiento”.