Desde hace una semana hemos seguido con preocupación desde Costa Rica los hechos de violencia que se han venido registrando uno tras otro en las calles de Nicaragua, luego de que el pueblo decidiera alzar la voz frente al Gobierno de Daniel Ortega. Para poder conocer un poco más a fondo qué pasa en el país vecino y cómo se llegó a este punto el miércoles tuve la oportunidad de conversar con Eloísa Altamirano, activista nicaragüense de 23 años.

Hablar con ella es conocer de primera mano la situación. Eloisa es parte del grupo de jóvenes que lideraron las manifestaciones de Indio Maíz y contra la reforma al INSS (Instituto Nicaragüense de Seguridad Social). Pero su historia no empezó como activista ni empezó con estos eventos de reciente data. Lleva ya 5 años protestando contra el gobierno de Daniel Ortega, inicialmente en lucha por elecciones libres en Nicaragua, pero ha ido sumando causas en este tiempo. Al inicio no fue fácil, nos cuenta, no existía el apoyo que se ha visto en los últimos días por parte del pueblo nicaragüense. En sus propias palabras: “Al principio éramos como 7, todo el mundo nos decía que estábamos locos, que quién iba a poder con este Gobierno, que nuestro trabajo era en vano”.

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Empiezo pidiéndole a Eloisa que me relate desde su perspectiva los eventos que han sucedido en los últimos días... ¿Cómo fue que las cosas escalaron hasta el punto de las protestas masivas?

Después de cinco años de lucha hay un detonante que es Indio Maíz, que reaccionan [el Gobierno] como cuatro días después del incendio. Nosotros empezamos a protestar e indicar que había muchas anomalías en Indio Maíz. Siendo una reserva natural en el núcleo hay colonos, había plantaciones de palma africana, había plantaciones de naranja y había trocha... en el núcleo.

Entonces, empezamos a hacer protestas. Lo primero fue un plantón. Después intentamos hacer una marcha, que recibimos una contramarcha del Gobierno, que era gigantesca, todavía no estaba tan cruda la cosa.

Paso eso y ese día salimos en la marcha y en la Plaza de Alexis Argüello y nos cayeron los antimotines, nos empezaron a empujar y a empujar. Iban armados, apuntando con escopetas. Algunas personas resultaron golpeadas por turbas motorizadas, que son fuerzas de choque del estado. Y nos calmamos, todo se apaciguo, lamentablemente aquí olvidamos rápido parece. Todo se calmó. Y después aparece lo del INSS. No se sí fue estrategia del estado para que desapareciera lo de Indio Maíz, porque continuábamos con el dedo en la llaga".

Indio Maíz fue justamente el incendio en el que el Gobierno de Nicaragua devolvió a los bomberos costarricenses que se habían movilizado a la frontera norte para colaborar. Este rechazo del gobierno de Ortega a la ayuda de Costa Rica, fue parte importante de lo que movió la indignación que dio inicio al movimiento de protestas por parte de los estudiantes.

“Nosotros fuimos al Cenidh [Centro Nicaragüense de los Derechos Humanos], que es una organización Pro-Derechos Humanos, a hacer nuestra denuncia por los golpes y la represión. Pero ya a los pocos días aparece lo del INSS, y un jueves salimos a las calles. Fueron dos plantones diferentes, uno en la UCA [Universidad de Centroamérica de Nicaragua] y el otro en Camino de Oriente, que es carretera a Masaya. Yo estaba en Camino de Oriente, ahí había turbas de la Juventud Sandinista, que de jóvenes no tienen nada, pero bueno. Estaban con unos tubos PVC, de acero, con garrotes, con piedras, con cadenas.

Yo llegué como media hora después del disturbio, porque venía caminando desde la UCA, y después tuvimos que correr porque turbas se bajaron de camionetas, y tuvimos que correr hasta el punto. Llegando nos encontramos otras turbas, y cuando estoy entrando al plantón [manifestación], lo primero que me dijeron dos hombres cuando me vieron fue 'Hoy te desturcamos hijueputa', o sea que iban directo a golpear a la gente, amenazándola.

Empezamos a hacer consignas como 'a mi nadie me trajo, yo vine porque quiero' y 'pueblo únete'. Ese día le dije a los muchachos que nos dispersáramos por la calle, buscando la carretera, porque sino las turbas nos iban a caer. Y nosotros no andábamos pero ni una chibola [canica] para tirar, no andábamos nada.

Con varios líderes y lideresas dijimos 'las turbas nos van a caer, hay que moverse a la Centroamerica'. Cuando nos vamos a la Centroamerica nos cae la policía, y detrás de la policía se encontraban las turbas. Como ponen los focos altos no logran ver que hay detrás de las camionetas. Pero sabemos que eran turbas porque nos agarraron a pedradas. Lo único que nos restó fue correr de regreso.

Entonces, nos organizamos y empezamos a sacar gente por los cauces. Después continuamos y nos pusimos en una empresa privada, la Kia Motors, y ahí nos refugiamos, porque dijimos 'aquí nadie va a tirar piedra porque dañarían los vehículos'.

Estuvimos ahí, y la policía hizo como una medialuna. Nos tenía cercados y del otro lado estaban las turbas. No había nada que hacer, los policías nos tiraron bombas, a mí me tiraron una en los pies, las piernas me las quemaron un poco. Ya [para ese momento] tenía unas pedradas en la espalda y un golpe en el brazo.

Corrimos después, porque dijimos 'hay que dispersarnos' y decidimos seguir sobre la carretera a Masaya; las turbas iban detrás de nosotros junto con la policía. Increíblemente esa es nuestra Policía Nacional, la que nos acorrala para que las turbas nos logren golpear y matar.

Corrimos, y cuando llegamos a la rotonda que está al frente de Galería [un centro comercial] nos agarraron las turbas, nos tiraban los cadenazos, nos daban golpes y solo restaba seguir corriendo. Era pánico completo, yo gritaba que continuaran corriendo y al mismo tiempo lloraba. Yo le gritaba a las turbas 'no golpeen, todos y todas somos hermanos' pero no, eran en vano mis gritos.

Ese día en la UCA, entraron las turbas de la Juventud Sandinista, con piedras, golpearon a muchas personas. A un periodista lo dejaron sin memoria, en un estado crítico y al día siguiente Nicaragua era diferente. No lo podíamos creer, las universidades fueron tomadas por los estudiantes, y dijeron 'aquí ya no van a pasar las turbas, ni las policías'. Nos tomamos las calles, con piedras, con lo que encontramos, con pailas, con todo y así empezó el enfrentamiento con la policía y el partido de Gobierno.

Después de la escalada de las manifestaciones del jueves al sábado, el domingo Daniel Ortega en conferencia de prensa anunció que retiraría el decreto de la reforma al INSS, una medida para apaciguar los ánimos y retomar el control del país. A pesar de esto, el lunes hubo una manifestación multitudinaria  en Managua, pidiendo la destitución del gobierno de Ortega. Sobre esa marcha Eloisa me dice: “Yo no lo podía creer, iba hablando y de pronto se me salían las lágrimas, la emoción de por fin ver a mí Nicaragua unida bajo el azul y blanco, y no unida bajo un partido político, que es tan cínico. Me llena la fuerza de mi país para intentar derrocar a un dictador”.

Sin embargo, la estrategia parece ir funcionado poco a poco, ya que Eloísa me comenta que para el jueves se espera que la Universidad Nacional de Ingeniería, la Universidad de Centroamérica y la Universidad Nacional Agraria regresen a clases por ordenes del Estado. Solo la Universidad Politécnica sigue tomada por los estudiantes.

“El domingo efectivamente dice Ortega, 'ya se quita lo del INSS y cálmense', pero ya no es lo del INSS. Porque tenemos 25 estudiantes fallecidos. No pueden venir y decir 'desaparece lo del INSS vuelvan a sus casas y olviden los fallecidos, olviden las personas golpeadas, ensangrentadas, en estado crítico, a todas las personas baleadas olvídenlos, se quita lo del INSS y cálmense'. Eso es querernos agarrar como borregos, entonces ahora las personas están pidiendo la destitución de la pareja presidencial.

“La lucha sigue, la lucha continúa”

¿Las personas que se sumaron a las manifestaciones después del jueves, también siguen apoyándolos?

— Bueno, la cosa es que las personas necesitan trabajar, se necesita comer, así que los ánimos están ya como volviendo a la normalidad, en lo que es buscar como trabajar, como mantener la familia y todo eso. Pero, las protestas siguen, hoy hubo marcha, ayer hubo marcha, mañana hay marchas, el viernes hay marchas o plantones. Para que las personas no olviden.

Se están pintando las calles de azul y blanco. Porque la verdad nuestras calles parecían un circo. Fue el capricho de la vicepresidenta Rosario Murillo, tener las calles como circo, en rosado, en naranja, en verde y en todos los colores.

Hay una rotonda muy simbólica, la Rotonda del Periodista, que son 7 lunas salientes. Vino ella y las pintó de los colores que ella quiso. El arquitecto había pedido que fueran blancas, antes eran blancas, y ella toma el poder y dice 'van de colores'. Entonces nosotros nos estamos dando la tarea de quitar tanto color y devolverle a Nicaragua su azul y blanco.

También estamos quitando la propaganda. Muchos nos dicen que somos vandálicos y vandálicas, pero, Managua, [toda] Nicaragua, esta invadida de rótulos enormes con las caras de la pareja presidencial. Y no estamos dispuestos a seguir viendo eso, que nuestros impuestos se estén gastando en la publicidad para ellos. Y así vamos continuando pues, la lucha sigue, la lucha continúa.

¿Y en las manifestaciones del lunes y hoy, sigue la represión del Gobierno, o también se han calmado los ánimos?

— Hay más calma, pero creemos que es por la misma presión del pueblo, hay tantas personas en las calles, que ya sería demasiado cinismo e hipocresía seguir diciendo que no reprimen el pueblo y que sigan sacando sus turbas. Supuestamente ahora tienen una marcha ellos, vamos a ver cómo les va. Nosotros lo que tenemos planeado es no tocar eso, no salir a la calle para evitar cualquier tipo de confrontación.

¿Qué sigue para ustedes? ¿Van a seguir hasta que haya elecciones?

— Posiblemente no tengamos la fuerza, nosotros somos totalmente pacíficos. Todo lo que nos decían... que éramos violentos, fue por nuestra propia seguridad, llegamos a ese nivel, pero era por nuestra propia integridad, para poder defendernos.

Más bien, lo que estamos exigiendo es que la Constitución vuelva a ser la que era antes, que se quiten esas reformas absurdas, por ejemplo, la de reelección. Así que eso es lo que queremos, que en las próximas elecciones no participen ni Ortega ni su esposa, ni nadie de su familia, ni nadie del ejercito, ni de la policía, porque igual son unos asesinos, Aminta Granera [Directora de la Policía Nacional de Nicaragua], todos ellos son asesinos, que dan ordenes de tirar a matar, a todas las personas que anden en las manifestaciones.

Necesitamos elecciones libres, que las personas tengan la capacidad de votar por quien ellos quieran. Por ejemplo, no comprendo por qué para ir a elecciones presidenciales se tiene que pasar por un proceso tan riguroso y absurdo. El pueblo ni cuenta se da de quienes van a elecciones, nuestra oposición esta súper débil, y creemos que es hora de que la juventud vaya ubicándose y colocándose en las elecciones populares.

Tal vez no presidencia, tal vez una persona de 25 años no sea prudente que vaya a elecciones presidenciales. Pero ¿dónde están las personas que tienen 40 años y tienen un gran liderazgo? No se les permite ocupar esos puestos.

Ustedes esperan que se adelanten las elecciones, o ¿están pensando en estos cambios para la próxima elección?

Lo mejor para nosotros sería que se adelanten las elecciones, las próximas elecciones serían en el 2020. Faltan dos años, Nicaragua ya no aguanta dos años más de dictadura, de represión, de un asesino, violador, no se puede, no creo que aguantemos tanto. Pero creemos que poco a poco lo lograremos, haciendo estrategias para movilizar a las personas, que sientan la presión del pueblo. Hay muchas campañas, por ejemplo, no comprar gasolina de DNP Petronic, que es una gasolinera del Estado, campañas así. Estamos aprovechando mucho la tecnología y estamos montándonos sobre eso.

¿Cómo han usado las redes sociales? ¿Ha habido algún intento del Estado por cerrarles esa vía?

Las redes sociales son lo único que hemos tenido. Por ejemplo, el canal de televisión 100% Noticias, fue clausurado, y es un canal al que le agradecemos mucho. El canal continuó las transmisiones por Facebook Live.

Nosotros ahí hemos trasmitido todo, subimos videos, fotos, hacemos Facebook Live, los mensajes, los hashtags. Eso nos ha servido mucho, hemos usado los hashtags de canales internacionales como Univisión, CNN en Español, BBC Mundo, para cuando las personas busquen esa etiqueta, puedan encontrarse también con las noticias de Nicaragua.

De hecho, hemos recibido algunas anomalías. Hubo un tiempo en que yo no podía ver los comentarios en mi Facebook, y los comentarios de otras personas y mis comentarios desaparecían. Yo publicaba un video y desaparecía, cositas así, no hubo mucho. Yo creo que ya eso hubiera sido el colmo, hubiera sido muchísimo peor. Yo creo están conscientes de que hay un límite. Lamentablemente, pasaron el limite y bañaron de sangre nuestro suelo.

Eloisa me comenta cómo las redes han servido para evidenciar la violencia del Gobierno contra los manifestantes, por más duras que sean las imágenes para quienes las ven... como fue el caso del asesinato del periodista Ángel Gahona, quien cayó abatido por francotirador de un disparo a la cabeza mientras realizaba una transmisión en vivo. Esta violencia, me dice Eloisa, no es solo de ahora. Ahora es más fácil que estos videos sean conocidos, pero la represión viene desde antes...

“Yo estaba en una protesta que no era nada pacífica, nos estábamos defendiendo con piedras a como podíamos, quemando llantas para crear trincheras para que no pasaran... De repente llega un bus con las luces altas y no veíamos nada. Decidimos esperar para ver quiénes eran y de repente empezamos a recibir piedras, nosotros contestamos y de pronto nos empezaron a disparar. Por suerte no me pasó nada, sigo completa. Me sorprende, porque era a quemarropa. Nunca había escuchado como suena un disparó tan cerca”.

Después de oír eso, quedo en shock, no puedo evitar pensar en la valentía que se requiere para estar dispuesto a continuar luchando, sabiendo que la policía no solo te pueden agredir, sino que están dispuestos a matarte por protestar contra el Gobierno y que ya lo han intentado. La conexión empieza a dar problemas, pero logro hacerle una última pregunta ¿Tenés algún mensaje final que querrás enviar a los que lean la entrevista en Costa Rica?

— Sí, que por favor difundan, porque nuestro único medio son las redes sociales, que nos apoyen. No somos vándalos ni vándalas, simplemente estamos intentando defender nuestra patria de un dictador y un asesino. Son más de 25 muertos, personas inocentes, personas que simplemente estaban defendiendo su derecho a la libre manifestación por causas justas. Ya no queremos a este dictador, ya no lo aguantamos. Y lo único que podríamos pedir es su apoyo. Porque de verdad estamos en alerta, y nos agreden y nos matan sin piedad.