El 7 de abril de 1933, en Alemania, fue decretada la Ley de Restablecimiento del Servicio Civil Profesional. Esta fue una ley impulsada por el régimen Nazi, liderado por Adolfo Hitler, y fue implementada con la finalidad de “limpiar” del Estado a todos los empleados que fueran judíos. Con tal normativa se fue reduciendo el espacio de participación de la comunidad judía en Alemania y se abrió el portillo para excluirlos de profesiones liberales como medicina, abogacía, periodismo o dirección editorial. Se les limitó el uso de efectivo, se les prohibió tener propiedad privada en todas sus formas, y fueron expropiadas sus empresas y hogares. La obsesión nazi fue tal, que llegó a prohibir los matrimonio entre personas judías y alemanas (“sangre aria”).

Todos esos retrocesos en el respeto de la diversidad humana fueron alimentados por una campaña agresiva en propaganda pública en la cual Hitler era una especie de mesías que salvaría a la tierra alemana de las garras opresoras de los judíos, a quienes, a pesar de que no representaban ni un 1% de la población de Alemania, culparon de todos los problemas económicos del país. Y todo quedó así listo para el genocidio del Holocausto.

Como un eco de esa nefasta época, Francisco Prendas candidato a la vicepresidencia de la República de Costa Rica por Restauración Nacional, expuso en la entrevista con don Ignacio Santos, que el gobierno de Restauración Nacional empleará la maquinaria del Estado para discriminar a personas LGBT, al no encajar su concepción de “moralidad heterosexual”.

Esto representa un desconocimiento del marco jurídico que rige las relaciones laborales entre particulares y las que rigen la contratación pública. Además, ignora que el principio de trato igualitario y no discriminación forman parte de las normas inderogables del derecho internacional (Jus Cogens) y que tanto la orientación sexual y la identidad de género encuentran amparo en dicha prerrogativa. Estas normas jurídicas no son opcionales, ni se le hace un favor a alguien por cumplirlas. Se tratan de obligaciones que se deben respetar y cumplir, lo cual de ninguna manera significa que se puede aducir el desconocimiento de las mismas. Tampoco puede protegerse dicha posición discriminatoria en la cobija de la “libertad religiosa” la cual, entendida en su debida dimensión, se trata de un escudo, no de una espada que permite humillar al prójimo. Por religión se puede dejar de comer cerdo, no asistir a clases un sábado o dejar de recibir una transfusión sanguínea, pero por no se puede dejar de contratar a alguien. De igual forma, la religión debe mantenerse en el ámbito privado, sin entrar en el campo de la ciencia, a fin de no caer en situaciones lamentables como la de Fabricio Alvarado, quien indica que el “diablo” causa la homosexualidad y que puede ser “restaurada”, cuando los expertos (APA,WHO,ASOCOPSI) han señalado que no hay nada que curar, por cuanto la homosexualidad no es una enfermedad.

Declaraciones como estas, lejos de promover a Costa Rica como la meca de derechos humanos que con tanto trabajo se ha labrado por décadas en construir, reflejan un retroceso en el progreso que el mercado costarricense ha experimentado en la región. ¿Acaso desconoce el señor Prendas que en AmCham Costa Rica existe el Foro Diversidad que busca promover la inclusión de personas LGBT+ y mujeres en las empresas? ¿Acaso ignora el trabajo de Asociación Empresarial para el Desarrollo, AED con las empresas que constituyen el bloque LGBT? ¿Acaso no ha considerado la existencia de la Cámara de Comercio Diversa y su impacto multimillonario en la industria del turismo? ¿Cómo un gobierno abiertamente homofóbico pretendería hacer negocios con las naciones y empresas más grandes del mundo que han superado estos paradigmas de discriminación? ¿No saben que rankings como el de OUTstanding & EMpower incluyen a CEO's de empresas como VISA, MASTERCARD, AMAZON, FACEBOOK, PREZI, .... por mencionar algunas?

Este tipo de comentarios recuerdan a la política discriminatoria del Estado nazi, la cual poco a poco fue despojando del carácter de ciudadano a los hermanos judíos. La historia es cíclica y lastimosamente se está repitiendo. Es labor de todos alzar la voz ante este tipo de advertencias y señales de clara discriminación, pues la discriminación es una sola, aunque se ponga diferentes máscaras... "La injusticia en cualquier lugar es una amenaza a la justicia en todas partes” como bien dijo el Nobel de la Paz, Martin Luther King en la misiva que escribió desde la cárcel de Birmingham.

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