A quién va dirigido este artículo

El tema de mi tesis doctoral en derecho penal fue un estudio crítico acerca de la culpabilidad de las personas psicópatas que cometen delitos, previo a ello, estudié el área de la psicología legal y forense que se ocupa de esta patología en una universidad extranjera; pese a este largo proceso formativo, este artículo solo tiene un doble propósito: ser divulgativo y preventivo. No es un estudio detallado acerca del tema dirigido a especialistas, sino una introducción al tópico destinado a todas las personas lectoras que quieran protegerse de los psicópatas, y la premisa de la que parto enfrenta una gran dificultad: muchos no creen que ellos y ellas existan, pero les aseguro que sí y trataré de acreditar ese hecho.

Quitando telarañas

Existe mucha desinformación en las redes sociales, sitios de internet y la imaginería de los medios de comunicación (cine, televisión, entre otros), que generan una serie de estereotipos y términos que inducen a la falta de precisión del tema tratado aquí. Por poner un ejemplo, y con el respeto debido para los libros de auto ayuda que usan genéricamente ese sustantivo, la denominación “tóxico” o “tóxica” ha ingresado al lenguaje popular como un cajón de sastre donde cabe prácticamente todo, sin una adecuada separación técnica de los posibles trastornos individuales que puedan tener los sujetos particulares que son etiquetados de esa manera. Sugiero entonces, no tomarse en serio ese calificativo como un diagnóstico elaborado por un profesional de la salud mental.

Datos y estadísticas básicas

Desde los albores de la humanidad hasta el 2024, el porcentaje de las personas psicópatas oscila entre el 1 y el 3% de la población total; de ese 3%, el 90% de ellos son los llamados psicópatas integrados, también conocidos como psicópatas afectivos, subclínicos o normalizados, y el restante 10% son los psicópatas que cometen delitos, es decir, los que cruzan la barrera hacia la ilegalidad, los que la gente identifica como el psicópata clásico, ellos son los psicópatas cognitivos. Todos ellos tienen plenitud de facultades mentales en principio, y si tienen una enfermedad mental asociada como por ejemplo la esquizofrenia, son llamados psicópatas desorganizados, si delinquen son capturados fácilmente por su comorbilidad. Es importante aclarar que, con independencia de que delincan o no, todos los psicópatas son igualmente peligrosos y comparten las mismas características, aunque se manifiesten de diferentes maneras en cada uno de ellos. Ahora bien, no es lo mismo un asesino en serie que un psicópata, del 10% de los psicópatas cognitivos, aproximadamente el 10% tienen el potencial de convertirse en asesinos seriales (según el parámetro del FBI matar a tres personas en momentos distintos, según Scotland Yard a dos); es decir, todo asesino en serie es un psicópata, pero no todo psicópata en un asesino en serie. Del 100% de la totalidad de las personas psicópatas el 75% son hombres y el 25% mujeres, y la ciudad de Nueva York rompe la media mundial con un mayor número de prevalencia psicopática. Es importante mencionar que según el DSM-V-R de la APA, el Manual de Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría en su quinta versión (2013), la psicopatía está comprendida dentro del apartado del Trastorno Antisocial de la Personalidad, lo que, en criterio de muchos, a los cuales me sumo, es un desacierto al no prestarle la atención que ello merece, siendo que incluso se ha medido el daño económico que estos individuos pueden causar. El manual citado es una guía, no exento de controversia, por la posible influencia de la industria farmacéutica en su compilación, a nivel mundial.

¿Qué es un psicópata integrado o afectivo?

El doctor Robert Hare, posiblemente la mayor autoridad viva en el tema de la psicopatía en el mundo anglosajón y creador del PCL-R (instrumento psicológico de detección de psicopatía muy preciso a partir de los 18 años), sentenció una frase muy inquietante:

Nuestra sociedad se está moviendo en la dirección de permitir, reforzar y, en algunos casos, valorar algunos de los rasgos enumerados en la Lista de Verificación de Rasgos Psicópatas”.

De manera general, los psicópatas de alto funcionamiento o integrados, son ambiciosos y astutamente  agresivos (atacan sin dejar pruebas y nunca a quien pueda perjudicar sus intereses); no sienten empatía pero son grandes actores de ella, especialmente si obtienen una ganancia al hacerlo; se aburren con mucha facilidad; pueden fingir sentimientos pero están vacíos, lo que les facilita lastimar a otras personas porque carecen de culpa; son egoístas, narcisistas, realmente no piensan que hay nadie mejor que ellos, pero se cuidan de que el mundo no sepa de su superioridad, por ende, desprecian a todo el conglomerado humano; nunca aceptan que tienen responsabilidad por sus actos, genuinamente creen que la culpa es de los demás y aunque sean hallados en falta en flagrancia negaran que han hecho algo malo, desafiando los límites de la realidad. Su narrativa es fantasiosa y las mentiras que cuentan se transforma en verdad si así lo deciden, haciendo que sus víctimas lleguen a dudar de lo que está ocurriendo (gaslighting); poseen un encanto personal con una máscara de simpatía que puede caerse si se enfrentan a una mente entrenada, pero de inmediato recuperaran su compostura sin ofrecer una disculpa. La característica que más debe usted tener en cuenta para tener cuidado, es que son personas que disfrutan el sufrimiento de otros, es lo más parecido a la felicidad que pueden llegar a experimentar, así que pueden disfrazarse con facilidad para obtener información del objetivo y vulnerar sus defensas.  En su deseo de obtener cada vez más poder (sobre las relaciones, las organizaciones o la sociedad en general), muchos psicópatas literalmente inventarán y dirán cualquier cosa para lograr sus metas. Mentiras descaradas, distorsiones, engaños, promesas rotas y culpar a la víctima son solo algunos de los dispositivos comunes utilizados para permitir al psicópata avanzar en sus esquemas agresivos e inescrupulosos. La evidencia sólida que contradiga su narrativa es ignorada y desestimada con desprecio.

La mayoría de la gente tiene un sentido básico de lo correcto y lo incorrecto. Ellos creen silenciosamente que "gana el más fuerte" y que "las reglas se hicieron para romperse”. Las consideraciones humanas y éticas son aborrecidas y vistas como debilidades dado que no tienen conciencia. Lo paradójico es en ocasiones, los psicópatas mencionan la moralidad por apariencia o para avanzar convenientemente en su propia agenda egoísta. La moralidad falsa es otra de sus herramientas favoritas. Conviene recordar, que son su propio dios, por ende, carecen de creencias religiosas, aunque oculten ese dato e incluso sean ministros de alguna fe institucional. No aprenden ninguna lección de las consecuencias negativas de sus acciones y uno de sus mayores atributos es que a menudo culpan a sus víctimas por causar su propia victimización. No existe terapia posible para “curar” la psicopatía, pese a los planteamientos bienintencionados de algunos especialistas. Si son encarcelados los psicópatas cognitivos (existen estudios que acreditan que en las prisiones los niveles de psicopatía pueden llegar hasta el 20%), aunque no sientan remordimiento, estos seres pueden mostrar signos de arrepentimiento o remordimiento si les es ventajoso, mostrar una conducta ejemplar, volverse muy religiosos, y, sobre todo, en cualquier contexto social, todos los psicópatas, incluyendo los funcionales, tienen en común el discurso de que en realidad ellos son las verdaderas víctimas.

Un psicópata integrado, es aquel individuo que, siendo un psicópata, es capaz de pasar desapercibido, ocultando sus rasgos más habituales, sin caer en la criminalidad. Así que suelen causar el mal, a niveles inferiores al psicópata criminal, a todos los que tienen alrededor. Con el tiempo los demás comienzan a percibirlo como una “mala persona”, o al menos sienten que algo está mal con ese individuo. Lamentablemente el psicópata integrado es muy común en la sociedad y no es fácil de identificar. Este tipo de personas comprende las emociones de otros, pero es incapaz de ponerse en su lugar. Usa ese entendimiento para manipular y ejercer dominio, ya que cosifica a las personas y las ve como medios para alcanzar sus propios fines. No suele ser violento, pero su trato es frío incluso cuando tratan de ser cálidos. Ocultan su vida privada o la limitan, no por precaución, sino porque carecen de ella. La mayoría de ellos tienen una inteligencia promedio, pero está completamente orientada a la manipulación disimulada. No sufren alucinaciones, ni nervios, ni remordimientos, ni vergüenza por sus actos. Pueden decir exactamente lo que los otros desean escuchar, nada es sincero. Eventualmente se van quedando solos, pero tienen infinidad de supuestos conocidos. Usted puede intentar conversar con ellos en un diálogo, pero note como todo gira alrededor de sí mismos, es parte de su egocentrismo sin límites. Su vida personal tiende a ser inestable: no son capaces de retener a parejas, cónyuges, o amantes, excepto si aceptan sus términos de manipulación.

Corolario

La finalidad de este artículo es evitarle un daño, no que usted se convierta en un aprendiz de cazador de psicópatas. En el 2023, tuve dos encuentros con psicópatas integrados y al evidenciarlos, reaccionaron tal y como se indica acá. Por paz mental, me alejé de su área de influencia, recuerde que ellos harán todo lo posible por ocultarse y revelar quienes son, si advierten que usted ya los descubrió fingirán demencia y normalidad a la vez, tinta de pulpo. Después de todo, ellos no tienen problemas, usted si en caso de toparse con uno de ellos, lo cual es muy posible en una población tan pequeña como la de Costa Rica.

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