Debido a que este viernes me centré en señalar lo mucho que me alarma que desde Casa Presidencial se lancen serias acusaciones a medias (y lo triste que me resulta ver a la jerarca de educación en esas) no pude rescatar otro tema que también me parece debe abordarse. Atiendo esa deuda hoy domingo.

Como habrán notado el ejercicio del presidente Chaves de regalarle un “que dios me lo bendiga” (o “acompañe”) a un periodista en las conferencias de prensa suele ir antecedido de alguna pregunta incómoda, que no quiere contestar, que procura eludir o que se esfuerza por desacreditar. La estrategia es siempre la misma, desviar la atención, dar a entender que es una consulta irrelevante o malintencionada y pordebajear al periodista con un trato condescendiente y pasivo-agresivo.

Se me viene a la mente un intercambio semanas atrás con Alessandro Solís Lerici, de Amelia Rueda, quien le preguntó por el famoso temita Sinart, aludiendo a Christian Bulgarelli Rojas y consultando por su condición labo...