Países latinoamericanos como Ecuador y Colombia han aprobado regulaciones para que el sector privado pueda adquirir y vender vacunas contra la COVID-19, sin embargo, las casas farmacéuticas han dejado claro que abastecer a ese sector no es su prioridad en este momento.

Apenas ayer (20 de abril), el presidente de Colombia, Iván Duque anunció que su gobierno había autorizado la compra e importación de vacunas contra el coronavirus por parte de empresas y entidades privadas, sin embargo, este jueves la empresa Pfizer afirmó que en el contexto actual de emergencia por la pandemia no está prevista la venta a privados de su vacuna.

Pfizer, que tiene un laboratorio en ese país sudamericano, afirmó que para asegurar la equidad en el acceso a su vacuna durante esta etapa de la emergencia global, las compañías están priorizando la venta de sus dosis disponibles para los acuerdos con los gobiernos de los países y las organizaciones supranacionales, como el mecanismo COVAX de la Organización Mundial de la Salud (OMS), proporcionando dosis de acuerdo con los canales de distribución y los lugares de vacunación designados, sujeto a la autorización o aprobación regulatoria correspondiente.

Pfizer afirmó que reconoce el rol del sector privado en la mitigación del impacto de la pandemia y que informará a las partes interesadas una vez se den las condiciones necesarias para poder ampliar sus opciones de suministro.

En igual sentido, Pfizer y AstraZeneca enviaron cartas a inicios de marzo al Ministerio de Salud de Ecuador indicando que no venderán dosis de sus vacunas a organismos privados ni municipios, sino solo al Gobierno, tumbando así un plan que estaba en construcción para que los municipios adquirieran las dosis e impulsaran la campaña de vacunación.

Pfizer fue enfática en que su vacuna no está, ni estará por ahora, a la venta en ningún canal privado ni a gobiernos distintos a los centrales, mientras que AstraZeneca indicó que no tienen suministro, venta ni distribución de vacunas para el sector privado.

Nuestro enfoque actual es cumplir con nuestros compromisos globales sustanciales con los gobiernos y las organizaciones de salud internacionales, lo antes posible para ayudar a poner fin a la pandemia.
—AstraZeneca.

Las autoridades costarricenses han sido enfáticas y reiterativas en que en el momento en que una empresa del sector privado obtenga un contrato para traer y vender vacunas contra la COVID-19 al país, cumpliendo con los requisitos habituales, las autorizaciones se darán.

Sin embargo, las noticias de algunos gobiernos de haber "autorizado" la importación de vacunas por parte de privados, solo para que horas después las compañías insistan en que no están vendiéndolas a entes que no sean gobiernos en este momento, solo ha aumentado la confusión en quienes creen que Costa Rica ha impuesto barreras a esa adquisición.

La producción mundial actual permite concluir que no será sino hasta entrado el segundo semestre del 2021 que algunas farmacéuticas podrán empezar a vender vacunas al sector privado. Por ejemplo, al mes de enero solo la Unión Europea había formulado órdenes de compra para 1600 millones de dosis, Estados Unidos ordenó 1200 millones de dosis, el Reino Unido 367 millones de dosis, Canadá 362 millones, Japón 290 millones, la Unión Africana 270 millones, Indonesia 191 millones, Brasil 252 millones, México 144 millones y el resto de Latinoamérica 150 millones.