Por Edgardo José Hidalgo Chacón – Estudiante de la carrera de Psicología

¿En qué medida una buena intervención socioemocional, a nivel familiar, puede contribuir en el avance de un integrante que presente alteraciones en el lenguaje? Primero, el área socioemocional constituye el motor que contribuye a que cualquier persona desarrolle su autoestima y autoconcepto. De este modo, sin una óptima estimulación, posiblemente nadie logre desarrollar seguridad personal, que constituye el primer estadio para una interacción en sociedad. Así, puede determinarse que la familia tiene dos funciones en el desarrollo humano: por un lado, constituye una comunidad de pertenencia y, por otro lado, forja la identidad y seguridad, donde se desarrollan vínculos socio afectivos entre sus miembros. La idea anterior se une directamente con la relevancia de crear una ruta de intervención socioemocional para un familiar que presente alteraciones en el lenguaje, debido a que, en caso de que no se coopere en el proceso, esta persona posiblemente no pueda desarrollarse en un espacio de seguridad psicológica, situación que afecta significativamente la autoestima y el autoconcepto.

En conexión, Scola (2012) acota que “la familia es un lugar educativo, una comunidad de amor y solidaridad insustituible para la enseñanza (…) el desarrollo y bienestar de sus integrantes” (p. 17). Vale hacer énfasis en que la psicoeducación constituye una de las principales técnicas que podrían implementarse, puesto que la familia aprendería cómo generar rutas de intervención, aunado a estimular la motivación como eje transversal del apoyo, con la visión de forjar seguridad en el familiar con alteraciones en el lenguaje, situación que aportará en su autoestima y autoconcepto. Simultáneamente, Ortíz (2015) explica que la familia debe expresar amor, dedicación y comprensión, lo que conlleva desarrollar sentimientos de seguridad y transmitir confianza, lo cual eleva su capacidad participativa y, por ende, su autoestima. Ante este planteamiento, una familia que haya comprendido la visión de la psicoeducación comprenderá que un trato comprensivo, donde haya apoyo, ofrecerá un ambiente estable y seguro que traerá mejorías notables.

En contraposición, la falta de tiempo de los padres de familia y otros integrantes puede constituir la desventaja de no poder apoyar ni crear rutas de intervención con el integrante en discusión. No obstante, es imprescindible que se planifique un tiempo de interacción y apoyo emocional, dado que ninguna persona ajena podrá tener el mismo vínculo y conexión que un familiar. Es así como las instituciones educativas deben asumir estas responsabilidades, puesto que en muchos hogares no se desarrollan espacios que refuercen la salud emocional. De esta manera, Razeto (2016) indica que “paulatinamente, la escuela ha tendido a asumir la responsabilidad de la educación de los niños, debido a la falta de tiempo de los padres y su desconocimiento de cuan fundamental es su compromiso con la educación de sus hijos” (p. 10). En suma, a pesar de las limitaciones de tiempo, el espacio de interacción familiar no se sustituye por ningún servicio profesional complementario.

A partir de lo expuesto, se considera que la psicoeducación constituye una de las técnicas más apropiadas para crear puentes colaborativos con el familiar que presente alteraciones en el lenguaje, dado que, por medio de la identificación, aplicación de estrategias, comprensión y empatía, se desarrollan la autoestima y el autoconcepto, criterios que favorecen una salud emocional, que se traduce en un centro de bienestar psicológico. De esta manera, se concluye que esta solución es viable y oportuna, y, una vez desarrollada, deben buscarse técnicas complementarias que apoyen la intervención del familiar con alteraciones en el lenguaje para, así, generar mejorías progresivas.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Ortiz, L. (2015). La familia, su rol en la terapia del afásico. Revista Páginas de Educación, 10(2) 1-10.
• Razeto, A. (2016). El involucramiento de las familias en la educación de los niños. Cuatro reflexiones para fortalecer la relación entre las familias y escuelas. Revista Páginas de Educación, 9(2) 1-26. Recuperado de https://bit.ly/2YC9TZ0
• Scola, A. (2012). Familia y sociedad. Revista Humanitas, 26(1), 5-16.