Muchas dudas siguen girando en torno a las diferencias entre  los cigarrillos tradicionales, y los dispositivos electrónicos. ¿Existe diferencia entre estos elementos? ¿Causan el mismo daño o perjuicio? ¿Qué dicen los expertos?

Es importante tener en cuenta que el tabaco es considerado como una epidemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que es un problema que mata a más de 8 millones de personas al año, de las cuales más de 7 millones son consumidores directos y alrededor de 1,2 millones son personas no fumadoras, que están expuestas al humo de cigarrillos ajenos.

Recientemente, sin embargo, la venta de dispositivos electrónicos  de consumo de nicotina ha crecido considerablemente, ganando campo en los mercados y abriendo la discusión sobre estas nuevas alternativas libres de humo.  

En declaraciones brindadas a este medio por el doctor y profesor del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM,  Roberto Allan Sussman Livovsky, el especialista detalló que la diferencia básica es que cuando se enciende un cigarrillo, el tabaco entra en combustión (se quema) y genera humo, un proceso que conlleva miles de sustancias químicas asociadas; con los cigarrillos electrónicos, por el contrario, se está frente a un aerosol que se produce cuando se calienta una solución líquida de nicotina.

Al calentar esta solución, el proceso de desarrolla a partir de una fase gaseosa que, según Sussman, contiene cuando mucho 100 o 120 compuestos en lugar de 7000 (como en los cigarros comunes) y, en lugar de 70 agentes cancerígenos, en este se presentan tres o cuatro solamente:

Se han detectado hasta 7000 compuestos y de estos compuestos hay 70 carcinogénicos (un agente físico, químico o biológico potencialmente capaz de producir cáncer al exponerse a tejidos vivos). Lo que entra a su cuerpo es mucho menos tóxico, simplemente porque es una química más sencilla".

Es importante mencionar que para la OMS es muy pronto para hablar de los efectos a largo plazo, por ende es necesario investigar más a fondo. 

Sobre esto, Sussman afirma que “Según una estimación del Colegio Real de Médicos del Reino Unido, el efecto de sustituir el cigarro de tabaco por el cigarro electrónico, a largo plazo, difícilmente causará más del 5% del daño que provoca el tabaco”, además añade que para él esa estimación se queda corta y que el daño no es ni del 1%. 

Discusión sobre metales

Para el doctor Sussman, es importante hablar de la cantidad de metales que representan los agentes que sí están presentes en los cigarrillos electrónicos, pensándolos como un mecanismo comparativo para ampliar una discusión que es necesaria:

Aquí yo quisiera llamar la atención, porque describir el cigarro electrónico como algo que tiene metales es tan engañoso como describir una manzana como algo que tiene cianuro. Las manzanas tienen cianuro pero en dosis insignificante por eso no nos mata".

Además, el especialista añadió que:

Lo importante es que esas sustancias tóxicas en dosis lo suficientemente pequeñas para que no nos causen un daño. Eso se puede determinar por umbrales toxicológicos con estándares. Con base a esta comparación sí podemos decir que el cigarro electrónico es mucho menos dañino".

Roberto Sussman estuvo de gira en Costa Rica el pasado mes de marzo, como parte de sus labores para abrir la discusión en estas áreas.