Olga Tosi Vega, Mariana Calvo Álvarez y Natasha Calvo Tosi son las propietarias de Valentina DiMari, un emprendimiento dedicado a la fabricación y venta de pijamas personalizadas que ha tenido que adaptarse a la nueva normalidad a fin de seguir operando.

A pesar de que el emprendimiento siempre ha trabajado de manera virtual, desde comienzos de la pandemia sus propietarias han tenido que adoptar cambios y nuevas maneras de ofrecer sus productos a la clientela, afectadas principalmente por la baja en las ventas que han reportado en este periodo.

Según aseguró Tosi a Delfino.cr:

Nuestra mayor afectación ha sido la poco demanda que hemos tenido con nuestros productos pero de igual forma seguimos con las ventas a nuevos clientes y con los que nos han comprado desde hace mucho tiempo. A finales del año pasado y a principios del 2020 veníamos incrementando nuestras ganancias incluso duplicando nuestro número de ventas, tanto a clientes nuevos como a los que ya son fieles a la marca, pero desde mediados de marzo nuestras ventas y demanda de productos han bajado de manera considerable".

Por ello y como medida de contingencia, Valentina DiMari ha tenido que frenar su proceso de expansión y por eso una de las primeras acciones que definieron fue la de ponerle un alto a las aspiraciones de contratar nuevo personal, re-adecuar los gastos y utilizar los recursos y materiales con los que se contaba de previo:

Antes de todo esto estábamos a punto de contratar personal para que nos ayuden con la confección de las prendas para mayor producción y nos desanimamos un poco; sin embargo sabemos que esta situación es pasajera, aún así, como medida preventiva, seguimos trabajando con la misma mano de obra".

Además, la empresa ha tenido que ajustarse al cambio, apegándose cada vez más a envíos de productos por medio de servicios como Globo y Correos de Costa Rica, a fin de seguir comercializando las pijamas.

Aún con los contratiempos y obstáculos que se les ha venido presentando producto de la pandemia Valentina DiMari se niega a dar un paso atrás y más bien con convicción están empleando medidas para no cerrar su negocio.