El Ministerio de Salud de Costa Rica confirmó este 14 de julio 446 nuevos casos de COVID-19 en el país, con lo cual la cifra total de casos se eleva a 8482. Respecto al día de ayer, la variación de los casos confirmados fue del 5.5%. Esta es la segunda cifra de nuevos casos más alta vista en el país.

Se registran casos confirmados en 81 cantones de las 7 provincias (se sumó Río Cuarto a la lista de cantones con casos confirmados) correspondientes a 6882 adultos, 427 adultos mayores y 1080 menores de edad.

De los casos confirmados 3661 son mujeres (+203 respecto a ayer) y 4821 son hombres (+243). Asimismo, 5965 son costarricenses (+299 respecto a ayer) y 2517 son extranjeros (+147).

Hay 2441 personas recuperadas (137 más que ayer) y 36 fallecidas (cinco más que ayer), por lo que la cantidad de casos activos (actuales infectados) es de 6005. El número de casos activos subió respecto al día previo (+306) y lleva tendencia creciente ininterrumpida desde hace 27 días. El 28.7% de los casos confirmados se registran como recuperados y la tasa de letalidad del virus en Costa Rica es de 0.42%.

De los casos recuperados 1081 son mujeres (+63) y 1360 son hombres (+74). Por edad se tienen 1888 adultos recuperados (+93), 111 adultos mayores (+7) y 379 menores de edad (+34).

Hay 171 personas hospitalizadas (+10 respecto a ayer) de las cuales 27 están internadas en Unidades de Cuidados Intensivos (-3) con edades de entre 0 a 82 años.

En el reporte enviado de forma remota, el ministro de Salud anunció el fallecimiento de dos personas más. El primero de ellos se trata de una mujer de 90 años, costarricense, vecina de San José. La mujer se encontraba hospitalizada en el Hospital México en la Unidad de Cuidados Intensivos desde el 12 de julio, mismo día que fue diagnosticada con COVID-19. La fallecida padecía de hipertensión arterial, diabetes, obesidad y cardiopatía isquémica, todos factores de riesgo asociados a COVID-19.

El segundo deceso se trata de una mujer de 94 años, extranjera, también de la provincia de San José. Se encontraba internada en el Hospital Calderón Guardia desde el 11 de julio, mismo día que fue diagnosticada con COVID-19. La mujer sufría de cáncer de mama e hipertensión arterial ambos factores de riesgos asociados a COVID-19.