La Contraloría General de la República hizo una auditoría especial a la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) en medio de la atención de la pandemia por COVID-19, y emitió un primer reporte relativo al nivel de cumplimiento de mecanismos de prevención de riesgos en los procesos ejecutados para la atención de la emergencia, en el proceso de planificación y la publicidad de la información relativa a la atención de la emergencia.

La Contraloría destacó que la CNE destina gran cantidad de recursos a la atención de la emergencia por la enfermedad COVID-19 sin que estos estén asociados a un Plan General de Emergencia que asegure la asignación óptima de los recursos. Adicionalmente, el informe destaca que el ritmo de asignación del gasto promedio del Fondo Nacional de Emergencias (FNE) durante los últimos meses supera 4,5 veces el promedio mensual proyectado para 2020.

Dato D+: El promedio mensual de gasto proyectado del Fondo Nacional de Emergencias (FNE) para el 2020 era de ₡1.621 millones, entre abril y junio se asignaron recursos a un promedio mensual de ₡9.001 millones.

La CNE respondió a la Contraloría aclarando que la estimación de recursos del FNE se fundamentó en la estimación del gasto del Fondo, el cual se había calculado con base a los proyectos de inversión de obras que se están reconstruyendo de emergencias pasadas. Sin embargo, los gastos de la fase de respuesta de la emergencia sanitaria —fase en la que nos encontramos según la CNE— se justifican a partir de las acciones inmediatas que se están ejecutando debido a la gravedad de la pandemia.

Sobre la ausencia de un Plan General de Emergencia (PGE), la Contraloría señaló que si bien el ordenamiento jurídico no prevé una fecha exacta para su emisión, el período de actuación durante una emergencia, no puede prolongarse indefinidamente sin contar con ese instrumento

La Contraloría recordó que la emisión del PGE aporta líneas de acción necesarias para orientar la actuación de los involucrados; líneas que pueden ser ajustadas o ampliadas tanto en su definición como en la asignación de recursos, según los desafíos que presente la evolución de la emergencia.

Para la Contraloría, por cada día que pasa que la CNE destina recursos cuantiosos a la atención de la emergencia por el COVID-19 sin estar asociados al Plan General de la Emergencia, constituye un riesgo frente a circunstancias de estrechez fiscal como la que actualmente enfrenta el país.

La Contraloría, además, señaló que a la CNE le falta darle mayor publicidad de la información relacionada con la atención de la emergencia por COVID-19, siendo que según la auditoría realizada, se encontró que no se ha publicado la información completa relativa a los recursos provenientes del Fondo Nacional de Emergencias que han sido utilizados en la atención del COVID-19, en la página web oficial de la CNE.

Según el informe, poner a disposición de la población y partes interesadas esta información completa, es esencial para la articulación de los órganos, estructuras, métodos, procedimientos y recursos de diferentes instancias públicas y privadas involucradas en la atención de la emergencia.

Sobre este tema, la CNE emitió un comunicado en el que asegura que la necesidad de elaborar el Plan General de la Emergencia es un instrumento de planificación para la fase de reconstrucción de la emergencia.

Dato D+: La Ley Nacional de Emergencias y Prevención del Riesgo (8488) establece tres fases consecutivas para la atención de una emergencia: Respuesta, Rehabilitación y Reconstrucción.

Desde la CNE aseguraron que ya tienen un equipo que ha estado elaborando el PGE, usando como insumos la información que las instituciones están enviando, y señalaron que esto se ha hecho a pesar de que la etapa de primera respuesta aún no ha finalizado debido a que todavía nos encontramos en la segunda ola pandémica.

Adicionalmente, sobre el tema de la publicidad de la información, la Contraloría señaló que, si bien la página web de la CNE muestra el monto global de los gastos presupuestados para atender la emergencia y su ejecución a junio de 2020, esta no proporciona información que permita advertir el ritmo de las erogaciones y establecer la suficiencia o necesidad de recursos. Para esto, el informe menciona que la información se podría mejorar a partir de un mayor detalle de los ingresos recaudados y disponibles, su fuente de financiamiento, así como su aplicación por rubros de gastos.

La Contraloría señaló que, en situaciones de emergencia, el perfil idóneo de la información a publicar debe observar el principio de datos abiertos, es decir que toda la información esté en formatos de datos que sean completos, primarios, actualizados y oportunos, accesibles, procesables automáticamente, no discriminatorios, no propietarios, libres de uso y reuso.

Ante la presentación del informe parcial, desde la CNE señalaron que realizan una inversión responsable de los recursos públicos para la atención de este evento, caracterizado por la transparencia de los procedimientos en la contratación de bienes y servicios para responder de forma oportuna y ágil a las necesidades de la población que se ha visto seriamente impactada por la actual emergencia.

La apreciación de la Contraloría General de la República (CGR) sobre el gasto actual de la emergencia se fundamentó en la estimación del gasto del Fondo, que se calculó con base a los proyectos de inversión de obras que se están reconstruyendo de emergencias pasadas. Sin embargo, los gastos de la fase de respuesta de la emergencia sanitaria se justifican a partir de las acciones inmediatas que se están ejecutando debido a la gravedad de la actual emergencia.