Consumir nicotina mediante el fumado de tabaco causa una serie de enfermedades graves y aumenta el riesgo de muerte prematura.  Las medidas de salud pública implementadas para frenar ese riesgo para la salud, si bien han dado lugar a una reducción de la prevalencia del hábito de fumar durante las últimas tres décadas, es poco probable que eliminen el hábito de fumar en su totalidad.

Para 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) proyectó que habrá 10 millones menos de fumadores en el mundo, hombres y mujeres, en comparación con 2018, y otros 27 millones menos para 2025, un total de 1.299 millones.

No obstante, dado el número de fumadores que seguirán consumiendo por la vía tradicional (cigarrillos), tiene sentido ofrecer alternativas libres de humo que, aunque aún no existe un consenso científico sobre su nivel de riesgo, sí representan una opción favorable para las personas adictas al consumo de nicotina.

Para la OMS es muy pronto para hablar de los efectos a largo plazo, por ende es necesario investigar más a fondo. Sin embargo, la otras autoridades como la Dirección General de Salud Pública de EEUU y la Academia Real de Medicina del Reino Unido, coinciden en que la nicotina, aunque es adictiva, no es la causa principal de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar. 

En declaraciones brindadas a este medio por el doctor y profesor del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM,Roberto Allan Sussman Livovsky, el especialista detalló que la diferencia básica es que cuando se enciende un cigarrillo, el tabaco entra en combustión (se quema) y genera humo, un proceso que conlleva miles de sustancias químicas asociadas. Con los cigarrillos electrónicos, por el contrario, se está frente a un aerosol que se produce cuando se calienta una solución líquida de nicotina.

Al calentar esta solución, el proceso de desarrolla a partir de una fase gaseosa que, según Sussman, contiene cuando mucho 100 o 120 compuestos en lugar de 7000 (como en los cigarros comunes) y, en lugar de 70 agentes cancerígenos, en este se presentan tres o cuatro solamente:

Se han detectado hasta 7000 compuestos y de estos compuestos hay 70 carcinogénicos (un agente físico, químico o biológico potencialmente capaz de producir cáncer al exponerse a tejidos vivos). Lo que entra a su cuerpo es mucho menos tóxico, simplemente porque es una química más sencilla".

Dispositivos en constante estudio 

Según Phillip Morris Internacional, para que cualquier alternativa libre de humo tenga éxito en la reducción del daño poblacional, tiene que cumplir dos criterios:

  • Debe comprobarse científicamente que es significativamente menos nociva que los cigarrillos.
  • Debe ser satisfactoria para los fumadores actuales.

Además del sabor y de otros aspectos sensoriales, un perfil de nicotina que se aproxime al de los cigarrillos es importante para lograr la aceptación por parte de los fumadores adultos.

Entre los líderes del cambio público se encuentran las organizaciones de salud y los organismos reguladores, cuyas opiniones y decisiones afectan a todos los involucrados. Muchos de estos líderes están de acuerdo en que la reducción del daño provocado por el tabaco es el camino correcto. Sin embargo, las opiniones continúan variando sobre el papel que deberían desempeñar los productos alternativos en la reducción del daño provocado por el tabaco.

Además, el Institutos como el Departamento de Salud Pública de Inglaterra (PHE, por sus siglas en inglés) y la FDA, ven el potencial de los productos que contienen nicotina como alternativas a fumar.

Por ejemplo, PHE afirmó que “los cigarrillos electrónicos podrían estar contribuyendo a que por lo menos 20.000 personas dejen de fumar cada año, y posiblemente muchas más”.

En la misma línea, PHE también expresó su opinión sobre la concientización pública sobre la nicotina, al decir que “hay muchos malentendidos sobre la nicotina (menos del 10% de los adultos entienden que la mayoría de los daños a la salud causados por fumar no son causados por la nicotina)”.

Los dispositivos alternativos para consumir nicotina cada vez se encuentran más bajo estudio y se posicionan como una alternativa para quienes buscan reducir el riesgo asociado al fumado y evitar los problemas de salud que provocan.