Luany Salazar Zamora de 23 años de edad fue reportada desaparecida ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) luego que no regresara a su casa tras salir con un hombre que le ofreció un negocio. Su familia obtuvo pistas de su paradero, sin embargo, al trasladarlas al OIJ —afirman— les indicaron que no trabajaban fines de semana y que no les prestaron la atención suficiente. 

La noche de este lunes su familia encontró un cuerpo enterrado en una vivienda cerca de su domicilio en Linda Vista de La Unión de Cartago, la misma que le habían señalado a la Policía Judicial era el lugar donde ella se encontraba. El OIJ afirma ahora que es altamente probable que se trate de ella.

La alegada inacción del Organismo de Investigación Judicial ha sumido en críticas a la institución a través de las redes sociales. A ello se le suma que la Comisión de Seguridad y Narcotráfico del Congreso ya citó a Wálter Espinoza, director del OIJ, a que declare lo sucedido con este caso. Por su lado, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) expidió un comunicado en el que afirma que el Estado falló en atender la desaparición de Luany.

"La policía nunca vino"

En declaraciones a Multimedios, el hermano de Luany Salazar Zamora afirmó que la policía no llegó ni una sola vez en casi ocho días de la desaparición y que ante esa situación desesperante, tuvieron que iniciar la búsqueda por su propia cuenta.

De igual forma, afirmó que fue un tío del sospechoso quien les permitió ingresar a la vivienda donde encontraron el cuerpo de la joven en una bolsa plástica. Por su lado, el padrastro de la joven relató a CRHoy.com que ellos le habían dicho a todo el mundo que a ella la vieron por última vez en esa casa.

¿Qué ocurrió?

En horas de la mañana el OIJ abrió la recepción de preguntas de la prensa para referirse al caso. Luego, en un vídeo de casi 17 minutos, Espinoza detalló que el organismo recibió el asunto a las 5:55 pm del 11 de junio, cuando los familiares de Luany se presentaron a las oficinas del OIJ de San José para reportar su desaparición.

A partir de la recepción de la denuncia el primer paso del OIJ fue la publicación de la foto de la joven, cosa que hicieron en sus redes sociales al día siguiente de presentada la denuncia; y se asignó el caso para iniciar la investigación.

Espinoza afirmó que ese proceso de investigación tiene una perspectiva particular: en principio estaban investigando una desaparición, por lo que pretendían ubicar el paradero y ello exigía hacer un análisis del entorno de la persona mediante lo que ellos denominan "victimología".

"Esa es la primer diligencia que se realiza en el OIJ de La Unión, la necesidad de conocer a la persona desaparecida para articular acciones dirigidas a su ubicación", dijo.

Tras la publicación de la foto, el director del OIJ afirma que pusieron atención y empezaron a compilar datos confidenciales que los pudieran llevar a ubicar a la joven con vida, en el entendido de que no estaban investigando un homicidio ni tenían indicio alguno de que ella ya estuviese fallecida.

En esa labor de compilado de información el OIJ recibió una pista que terminó siendo falsa: se dijo el sábado por la mañana que la joven estaba secuestrada en un precario de Curridabat y que se pediría un rescate a cambio de su liberación. Aunque ahora reconocen la inexactitud de la pista, Espinoza afirma que le dieron validez al reporte porque tenía elementos que le daban algún tipo de credibilidad. 

"El OIJ estuvo prácticamente todo el sábado 13 entre las 9 am y la 1 pm en una actividad de rastreo y encuesta en el precario, en un área muy cercana y colindante con San Francisco de Dos Ríos, lo que se conoce como sector de Los Moteles, entrevistamos a varias personas, comerciantes, nos hicimos acompañar de Fuerza Pública y agotamos las posibilidades de ubicar a la persona", agregó.

Ese mismo sábado en la tarde el OIJ hizo contacto telefónico con la mamá de Luany, y según Espinoza, le explicaron lo que estaban haciendo y las pretensiones de la policía judicial. A las 5 pm de ese mismo día entrevistaron a una amiga quien les narró los últimos instantes en los que tuvo contacto con ella, circunstancias, momentos, lugares y en qué compañía la había visto.

"La policía hizo incursiones en el lugar para conocer el sitio donde se había desaparecido esa persona y tratar de compilar un factor de conocimiento que permitiera ubicarla. Tanto así que el lunes, prosiguiendo con la investigación, captamos un dato que nos condujo a un taller ubicado en el centro de San José donde aparentemente se encontraba el teléfono que pertenecía a la víctima el día que desapareció, logramos el decomiso y debe ser sometido a revisión", dijo el director del OIJ.

A pesar de que reconoció que conversaron telefónicamente con la madre de la víctima, Espinoza dice ahora que la información que pueden dar en esa conversación es limitada.

Nosotros no podemos comentar a las familias qué es lo que estamos haciendo, qué estamos desarrollando, cuál es la orientación del caso; porque prima facie nosotros no tenemos un conocimiento claro y preciso de qué fue lo que ocurrió, cuáles personas están involucradas, cuáles fueron los móviles; podría truncar un buen desarrollo de la información.

El director del OIJ confirmó que ayer lunes en horas de la noche recibieron un reporte del hallazgo de un cuerpo en el sector de Linda Vista, relativamente cerca al último lugar donde se observó por última vez con vida a la joven. A partir de ese momento la investigación cambia de una desaparición a un homicidio.

Espinoza recordó que el OIJ tiene restricciones para ingresar a los domicilios, locales comerciales o casas de negocios de personas particulares, porque todos están protegidos constitucionalmente, de modo que necesitan un indicio razonable de que allí ocurrió un delito o hay un indicio importante para una investigación, para convencer a un fiscal de solicitar a un juez una orden de ingreso.

Esa circunstancia es una limitante para la actuación de la policía y al mismo tiempo es una protección a los ciudadanos. De alguna forma elimina la forma de que podamos hacer revisiones masivas o intempestivas para recolectar cualquier evidencia

El director del OIJ afirmó que aún no tienen confirmado que fuera la familia la que ingresó a la vivienda para realizar el descubrimiento del cuerpo, y que también desconocen si tenían permiso o autorización para haber ingresado. Agregó que una actuación de esa naturaleza por parte de la Policía, de la Fiscalía o de cualquier órgano de investigación del Estado es ilegal, ilegítima e imposible de sostener en un juicio.

Si nosotros incurrimos en una acción de esa naturaleza, cometemos un delito y contaminamos la prueba al punto tal que luego no podría usarse en un juicio.

Aunque no tienen claro las circunstancias en que se realizó el descubrimiento, el OIJ procedió a levantar el cuerpo y hasta hoy la institución pidió la autorización de un juez para realizar el allanamiento de la vivienda para buscar indicios.

Espinoza dijo que el OIJ lamenta la situación y que el recuento de las acciones que han realizado no tiene como fin contradecir las declaraciones de la familia, quienes los acusan de negligencia en la atención del caso, "sino con la intención de comunicar que asumimos el caso con seriedad". 

Se entregó

El sospechoso del crimen, un hombre de apellido Mejía, fue arrestado por las autoridades la mañana de este martes luego de que agentes de la Unidad Especial de Apoyo (UEA) del Ministerio de Seguridad Pública lo ubicaran refugiado dentro de una vivienda en San Pablo de Heredia.

El Ministerio dijo que "luego de un trabajo exhaustivo de la Policía el hombre decidió entregarse a la Fuerza Pública".