El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) se mostró incapaz de cumplir con sus propios horarios de racionamiento del agua potable para decenas de miles de personas que viven en los Hatillos, Barrio Cuba, San Sebastián y Mata Redonda.

A pesar que la institución reportó la semana pasada que para incentivar la higiene y con el fin de evitar la llegada y propagación del nuevo coronavirus a Costa Rica, los horarios de racionamiento pasarían de 12 a 9 horas al día, para estas comunidades en realidad los cortes han alcanzado y superado las 15 horas diarias.

En Paso Ancho de San Sebastián, por ejemplo, el AyA había previsto cortes del mediodía a las 9 pm todos los días. Sin embargo, este martes el líquido retornó con poca fuerza a eso de las 10 de la noche y a las 7 de la mañana del miércoles ya no había servicio.

A través de sus redes sociales, el AyA dijo que debido a la falta de lluvias y las altas temperaturas propias de la época seca, la producción de las fuentes de agua se ha reducido drásticamente, lo cual causa afectaciones en los tanques de almacenamiento y provoca un desabastecimiento en zonas del Acueducto Metropolitano.

Por ejemplo, los tanques del sur que abastecen a Hatillo, Barrio Cuba, San Sebastián y Mata Redonda mantuvieron un nivel de casi cero durante todo el día, y durante la madrugada lo más que se pudo almacenar fue un metro.

"Esto fue insuficiente y cuando las personas iniciaron su jornada el nivel volvió a bajar. Eso imposibilita poder cumplir los horarios que se establecieron, debido a que no hay suficiente agua entrando desde las fuentes, las cuales se han reducido", afirmó la institución.

Aunque el AyA dijo que ampliaría los lugares con racionamientos para poder destinar más recurso a estas comunidades, ahora afirma que no hay suficiente agua en las otras fuentes, y todas las comunidades están consumiendo más.

"En este momento, estamos atendiendo a la población con camiones cisterna y se está en proceso de adquisición por emergencia de nuevos tanques de almacenamiento para instalar provisionalmente en zonas públicas más afectadas", finalizó la institución.

Los vecinos de los barrios del sur de la capital alistan acciones de presión contra la institución, incluido el cierre de la Carretera de Circunvalación, una acción que han tomado en otros años y que, después de ejercerla, el Instituto toma medidas para poder garantizarle el servicio a un nivel estable al menos durante horas de la noche y madrugada.