El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) adjudicó a la empresa Constructora Hernán Solís la ampliación de 5 a 7 carriles de la radial Santa Ana, por un monto de $13.34 millones, el equivalente a unos ¢7645 millones. La supervisión estará a cargo de la empresa Ginprosa, por un monto de $676.249, unos ¢387 millones.

Según informó el MOPT en un comunicado, la adjudicación de esta obra de 2,2 kilómetros permite proyectar el inicio de trabajos para el segundo semestre del año y deberá estar lista en un plazo de 15 meses.

Las obras se realizarán entre el puente sobre el río Virilla, ampliado a 4 carriles hace año y medio, y el puente sobre el río Corrogres, uno de los sectores con mayor congestionamiento vial del Oeste de la Capital, ya que se estima que unos 35.000 vehículos circulan diariamente por ese lugar.

De acuerdo con el ministro Rodolfo Méndez Mata,  se sustituirá por completo el sistema de abastecimiento de agua potable ubicado bajo la carretera, con una proyección de vida útil de 25 años, lo que reducirá el riesgo de fugas prematuras que obliguen a romper la carretera para la reparación del problema y, por ende, no se “parcheará” la carretera nueva.

Asimismo, se construirá un sistema de canalización de aguas pluviales completamente nuevo, para evitar daños en la carretera que, igualmente, será edificada por completo desde su base y con un sistema constructivo de control del polvo, para generar la menor afectación posible a los usuarios, vecinos y comerciantes de la zona. Esta estructura de pavimento asfáltico tendrá una vida útil de 15 años.

Alejandro Rossi, director de Unops en Costa Rica, comentó que la calidad de la obra, y un estricto cumplimiento con el cronograma será también un sello en este proyecto, en donde al menos el 10% del personal deberá ser mujeres, ya que este es uno de los requisitos que tendrá que cumplir la empresa, tal como se estableció en el contrato.

Para este proyecto se destinó $1 millón (unos ¢575 millones) para el traslado de servicios públicos que incluye, entre otros, la cimentación del nuevo sistema de alumbrado público subterráneo. El proyecto abarca, de igual manera, la construcción de aceras a ambos lados, con anchos superiores a 1.2 metros y cumpliendo toda la normativa de la Ley 7600, rampas y guías táctiles para no videntes.

Los cinco carriles centrales de la carretera (con el central para giros) estarán separados de los carriles marginales con estructuras de concreto de 15 centímetros de alto y 60 centímetros de ancho, con lo que se aumenta la seguridad y se reducen las maniobras ilegales.

Una vez finalizada la ampliación, se demarcará con pintura termoplástica, que puede llegar a tener una vida útil de hasta 5 años, muy superior a otros sistemas de demarcación; también  se colocará señalamiento vertical completamente nuevo, con base en la nueva realidad de la carretera ampliada.

Este proyecto del Consejo Nacional de Vialidad es gerenciado por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops).