El paraíso se esconde en la Península de Osa y si usted no ha ido a conocerlo, en serio, no sabe de lo que se está perdiendo.

La Península de Osa es la segunda más importante del país, después del Golfo de Nicoya. La zona, a pesar de ser una extensión de tierra relativamente pequeña, guarda un gran número de hábitats tropicales como bosques lluviosos y de montaña, así como también humedales costeros, y alberga, a su vez, al área protegida más grande de nuestro país y la cereza del pastel de este reporte: el Parque Nacional Corcovado.

A ver, que no es por nada que la estadounidense National Geographic, lo eligió como “el lugar biológicamente más intenso del mundo en términos de biodiversidad” en 2016 y que el El País de España lo designó el tercer mejor parque nacional del mundo en su sección El Viajero, en febrero de 2018.

Por eso, y porque las Noticias Destacadas del Súper Reporte de este mes de enero se las estamos dedicando a recomendarles destinos turísticos de nuestro país para que aprovechen a conocer el magnífico espacio territorial en el que vivimos, hoy vamos a hablar de Osa: cómo llegar, qué hacer y cómo sacarle el provecho a una de las zonas más privilegiadas de nuestra tierra, que nadie debería quedarse sin conocer.

Dato D+: Si aún no lo han hecho, no se queden sin pegarle un ojo a la recomendación del Parque Nacional Rincón de la Vieja y a la de Talamanca de la semana anterior.

Camino a una experiencia salvaje

En su página web, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación define a Corcovado a la Península de Osa como "una experiencia salvaje" en la que se puede "sentir la naturaleza en todo su esplendor".
Agrega que aquí:

Toparse con una danta en la playa, ver pasar una manada de saínos y observar las aletas de un tiburón toro cuando ingresa al río parecen escenas sacadas de una película de aventura, pero podrían formar parte de su realidad si visita el Parque Nacional Corcovado, donde se halla el 2,5 % de la biodiversidad del mundo".

Y es que no exageran: yo, la periodista que les escribe, he tenido el chance de ir dos veces y en las dos, además de escenarios paradisíacos, me encontrado dantas en medio camino (los guías ayudaron infinitamente, agradecimiento eterno a ellos).

Es por eso que este es un imperdible para todo aquel que quiera sacarle provecho a Costa Rica. Así que si se les antoja y lo suyo es el aventurarse "a recorrer caminos con cierto grado de dificultad" (agrega el SINAC), preparen las piernas porque el camino es largo y vale la pena.

Para llegar a Osa y a Corcovado uno cuenta básicamente con dos entradas principales: vía Puerto Jiménez, que permite ingresar al parque nacional por el sector El Tigre, o vía Bahía Drake, que fue por el que ingresé yo en las dos ocasiones.

Si van en bus y si deciden ingresar por el lado de Puerto Jiménez, pueden agarrar el bus en San José en la Terminal Atlántico Norte, ubicada en Barrio México, y tras seis horas de camino llegarán a este puerto en el sur. Si eligen irse por Bahía Drake, ahí las opciones se dispersan un poquito más porque no hay bus directo: tienen que agarrar bus a Palmar Norte y una vez ahí, un taxi colectivo que dura aproximadamente dos horas.

Si van en carro, por su parte, la recomendación en que vayan en un 4x4 bien potente: para llegar a la bahía hay que cruzar cuatro ríos así que si su carro es un sedán común y corriente, como el mío, mejor no lo maltraten tanto.

Esa, sin embargo, es la opción terrestre, la marítima es la que más me gusta: vayan en carro o en bus, pueden llegar a Sierpe (pasando Palmar Norte) y ahí toman ferry para transitar una de mis partes favoritas de todo el viaje: el camino por el humedal Térraba-Sierpe. Si van en carro bajo, pueden dejarlo en uno de los parqueos de Sierpe, junto al puerto, y ahí agarrar el transporte terrestre.

Voy a dejarles este video de Osa Sierpe para que las imágenes lo describan mejor que mil de mis palabras:

Acoto, la semana pasada fui a ver la película La Boda del Tigre y se aprecian ferrys que pasan carros por los humedales pero yo nunca los he visto, así que pueden consultar cuando estén por allá.

El viaje en el ferry hasta Drake dura como una hora: cuarenta minutos en los manglares y otros veinte en mar abierto hasta Drake. Una vez allí, pueden escoger entre una amplia cantidad de alojamientos y restaurantes para disfrutar de la zona.

Eso sí, descansen y relájense, que necesitarán fuerzas y estar bien alimentados e hidratados para entrar a conocer las maravillas del Parque Nacional Corcovado.

Corcovado y la biodiversidad intensa

A pesar de ser uno de los parques nacionales más impresionantes del mundo, el Parque Nacional Corcovado reportó apenas el 2,65% de la visitación total a nuestras áreas silvestres protegidas, según el informe del año 2018 del Sistema de Evaluación del Mejoramiento Continuo de la Calidad (Semec) del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).

Del total de sus visitantes (56 794), apenas 10 461 personas eran residentes; es decir, apenas el 17,5% de la visitación fue costarricense y de personas residentes en nuestro país.

Con esto, como les he mencionado anteriormente, no quiero que se me malentienda: ¡genial que vengan turistas extranjeros a visitarnos, aleluya por eso! Sin embargo, no es de recibo que nosotros no exploremos ni le saquemos jugo a lo que nuestro país tiene para ofrecer. El hecho de que Corcovado esté lejos y de que su acceso sea complicado, no nos exime. Hay muchísimas opciones que van desde avionetas que liberan de la manejada, hasta operadores de tours que se encargan de todo y lo recogen y dejan a uno en el centro del GAM (googleen o busquen en Facebook) pero ¡anímense!

Ahora bien, luego de la revisión de datos, entremos al parque. Según el SINAC, Corcovado tiene seis sectores: Sirena, La Leona, San Pedrillo, Los Patos, Los Planes y El Tigre. Desde Bahía Drake hay un sendero hasta San Pedrillo pero son seis horas caminando; si lo suyo es caminar ¡provecho! pero si quieren evitarse la caminadota en medio de la humedad del Pacífico Sur, pueden pedir el servicio de lancha hasta los sectores de entrada marítima.

En esta vía y tras una hora de recorrido por mar abierto (ojo que nada de quitarse el chaleco salvavidas), yo llegué a la entrada del sector Sirena que, tras una caminada en la que es necesario llevar bastante agua y fruta, llegan a la Estación del parque donde también se puede acampar por 4$ por noche.

Consejo: hay estaciones del parque a las que, por protección a la biodiversidad del lugar, no dejan entrar a muchos turistas por eso lo mejor es que llamen a reservar. Además, entrar con un guía de la zona siempre es la mejor opción: ellos son los que saben donde están los atractivos de fauna más grandes, como las dantas o esta familia de monos araña que vi la última vez:

Pero además, y eso no podemos obviarlo, es importante entrar con guías porque ya han muerto extranjeros luego de perderse en la zona. Es un paraíso, claro, pero a la naturaleza debe respetársele así que caminar con cuidado no está nunca de más.

Otro atractivo imperdible en la zona es el tour de snorkel en Isla del Caño. Isla del Caño está ubicada a 20 kilómetros de Bahía Drake que se recorren en lancha y, debido a su valor biológico fue declarada como área protegida. Por eso tiene una estación permanente de guardaparques en la isla en la que los turistas pueden usar al baño y prepararse para entrar al mar.

El destino es imperdible debido a la amplia vida marina que habita en esta isla: la oferta incluye manta rayas, delfines, tortugas marinas, ballenas y una gran variedad de peces así como arrecifes de colar que sirven de hábitat para un escenario espectacular para disfrutar.

Así, y como de nuevo el objetivo es que las imágenes hablen más que mis palabras, les comparto este video de la turista Andrea Cordonbleu con más información:

A la oferta en la zona le sobran opciones: hay tours de fauna nocturna, kayak y avistamiento de ballenas. Es solo cuestión de que googleen un poquito y preparen su viaje para los próximos meses.

Consejo extra: recuerden ir en verano, tengo un conocido que trabajó en un hotel en Puerto Jiménez y me contó que cerraban en época lluviosa porque allá cuando llueve, llueve en serio. Así que agendar en época seca no está de más, principalmente si van en carro y en vista de los ríos que tiene que pasar para llegar.

Por último y para ir finalizando este reporte, cuando vayan a la zona no se queden sin pasar a Finca 6, ubicada en Sierpe.

Este sector es parte del Museo Nacional de Costa Rica resguarda los monumentos arqueológicos de las esferas de piedra. Recordemos que estos fueron declarados patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO desde el año 2014 así que tampoco hay excusa para no haberlos visto nunca.

Nuestro país tiene muchísimo para ofrecer y por eso es necesario que dejemos de desaprovechar la oportunidad para pasarla bien en estas zonas y de conocer a profundidad cada uno de los rincones que Costa Rica tiene para recibirnos. Agenden una visita a este paraíso y pásenla bonito. Nos leemos el próximo lunes con más información y recomendaciones ¡Provecho!