El día de hoy el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, presentó el Programa Macroeconómico 2020-2021, cuyas principales proyecciones para la economía del país apuntan a un crecimiento de la economía de 2.5% en este año y 3% en 2021.

La inflación en 2019 estuvo por debajo de lo que establece el rango meta del Banco Central —que es entre 2 y 4% de inflación anual— ubicándose en 1.56%. Sin embargo, Cubero aseguró que la política monetaria del Banco Central continuará dirigida a mantener la inflación baja y estable dentro del rango meta, pero que se ubicará hacía el límite inferior del rango. Cubero destacó que, a pesar de la entrada en vigencia del Impuesto al Valor Agregado (IVA), la inflación tendió a la baja en el segundo semestre del año.

Cubero destacó también que cuando se analiza el crecimiento a nivel semestral, se puede observar que el país traía una desaceleración desde el 2016 que llegó hasta un crecimiento de 1,6% en el primer semestre del año pasado, pero a partir del segundo semestre del 2019 se empezó a recuperar alcanzando un crecimiento de 2.5% del PIB.

Dato D+: El Programa macroeconómico es presentado cada año y proyecta las cifras que espera el Banco Central para la economía del país en los próximos 2 años. Adicionalmente, en julio de cada año se realiza una revisión a las proyecciones hechas en enero.

En julio del año pasado, cuando el BCCR hizo la Revisión al Programa Macroeconómico 2019-2020 proyectaba un crecimiento del PIB de 2.2% para el 2019 y 2.6% para el 2020, la aproximación dada el día de hoy es de 2.1% mientras que la nueva proyección para este año es de 2.5%. Además, como se indicó supra, el Banco estima que para el 2021 el crecimiento de la economía será de 3%.

Cubero señaló que estas son tasas de crecimiento positivas, principalmente considerando las condiciones actuales de los socios comerciales del país, y añadió que el país todavía se encuentra consolidando una nueva realidad fiscal, que reduce el gasto del Gobierno (por la regla fiscal), así como la capacidad de crecimiento de la demanda interna del país (por el incremento de precios por el IVA).

Desempleo

Aludiendo a la situación de empleo, Cubero rescató que no fue que el país dejara de generar trabajos, sino que hubo un gran incremento en la fuerza laboral mayor al crecimiento del empleo en el país. Cubero señaló que las personas que ingresaron fueron principalmente personas jóvenes y mujeres, a lo que añadió que “lo que preocupa es ¿qué motivo a tantas personas a salir a buscar trabajo?”, y planteó que lo preocupante sería que ante la insuficiencia de los ingresos de los hogares las personas se vieran obligadas a salir a buscar trabajo, dejando de lado otros proyectos como continuar con sus estudios.

En cuanto al déficit del país, en la pasada revisión del Programa Macroeconómico se señalaba que el 2019 terminaría con un déficit de 6.3%, y tendría un déficit de 6.1% para el 2020, pero, el día de ayer el Ministerio de Hacienda reportó que en 2019 el país cerró con el déficit fiscal más grande de los últimos 40 años, ubicándose en 6,96% del PIB, lo que equivale a ₡1,52 billones.

Además, según las cifras que dio el Ministerio de Hacienda al Banco Central, el déficit del Gobierno este año será de un 5.9%, más de un punto porcentual por debajo del resultado del año pasado, mientras que en 2021 el déficit caería a un 5.7%.  Según señaló Cubero, del total del déficit financiero para el 2021 un 5% respondería al pago de deuda e intereses, lo que Cubero apuntó es una tendencia que debe revertir el país.

Adicionalmente, la relación entre la deuda del Gobierno y el PIB se ubicó por debajo de la proyección del Banco Central, pues se esperaba que el año pasado la deuda fuera un 59.1% del PIB, y según los datos presentados por el Ministerio de Hacienda, la relación quedó en 58.5% del PIB.

Para el 2020 el BCCR proyectó que está relación suba a 61% y a 62.2% para el 2021, lo que activaría una regla fiscal más estricta para el Presupuesto Nacional a partir del próximo año.

Dato D+: La regla fiscal establece parámetros de crecimiento, uno de esos parámetros es el nivel de deuda del país en relación al PIB. Si la deuda se ubica entre 45 y 60% del PIB, el crecimiento de gasto corriente solo puede ser de 75% lo del año anterior, cuando la deuda supere el 60% del PIB el gasto total (corriente y de capital) solo puede crecer 65% interanualmente.

Eurobonos

Cubero señaló que el programa presenta dos escenarios de financiamiento para el país, con o sin eurobonos. En las estimaciones realizadas sin la aprobación de Eurobonos el PIB del 2020 se ubicaría en 2.7%, mientras que si se aprobaran los $1.500 millones, para colocar en este año, el PIB para el 2020 sería de 2.9%. Este cambio se debe a que la colocación de eurobonos reduciría la presión que ejerce el Estado en el financiamiento interno, por lo que habría más crédito disponible para el comercio en el país.

Sobre las condiciones externas que enfrenta la economía costarricense, Cubero hizo énfasis en que durante el 2019 se dio un estancamiento del crecimiento a nivel mundial, y se espera que para los dos años que vienen la tasa de crecimiento de los socios comerciales del país se mantendrá estable, por lo que no habrá un gran repunte en la demanda externa, así que el país deberá hacer un gran esfuerzo para colocar sus exportaciones.  Además, señaló que los principales riesgos externos son: que la economía mundial crezca menos de lo esperado, que se den choques en los precios internacionales de las materias primas y una intensificación en el corto plazo del conflicto político en Nicaragua.

Mientras que en el ámbito interno, los principales riesgos serían: un deterioro de las finanzas del Gobierno Central, una caída en los niveles de confianza de los consumidores y empresarios, desastres climáticos que afecten la producción agrícola y un menor grado de ejecución de proyectos de inversión pública.

Sobre los datos del déficit fiscal, el presidente Carlos Alvarado se refirió el día de hoy, señalando que al Gobierno pudo haber tenido un déficit más bajo, pero eso hubiera implicado reducir la inversión en carreteras, como la obra San José – San Ramón, así como no atender otras obligaciones como los recursos necesarios para los despidos por la reestructuración de Japdeva. Para finalizar, Alvarado sentenció:

“Hay que recordar también que el país nos lo dieron hipotecado. Y nos lo dieron, no estoy diciendo a un gobierno, nos lo dieron a todos los costarricenses, a toda nuestra generación”.