El brote de paperas con el que la Dirección de Adaptación Social del Ministerio de Justicia y Paz está batallando desde hace más de un mes sigue complicándose. Recordemos que se han venido tomando diferentes medidas con el fin de controlar el contagio, sin embargo, la enfermedad ya alcanzó (también) a la cárcel de San Sebastián y al Hospital Nacional Psiquiátrico, lo que tiene a las instituciones involucradas en jaque.

El reporte de la situación en el centro penitenciario de San Sebastián lo hizo público el Semanario Universidad este miércoles, cuando se informó que ocho personas privadas de libertad, así como dos policías y una secretaria se contagiaron del virus que a inicios de semana reportaba 274 casos en los diferentes centros penitenciarios del país. De hecho, según Universidad, la Defensa Pública pedirá que se prohíba al Ministerio de Justicia el ingreso de presos a este centro, por lo que implica semejante situación de alerta en medio de las condiciones de hacinamiento que se viven en San Sebastián.

A corte del lunes pasado y según nos informó el Director de Adaptación Social, José Luis Bermúdez Obando Delfino.cr, los casos de paperas ya se reportaban en todas las cárceles del país, excepto en las de Puntarenas y en la de Cartago.

Por eso la prioridad de las autoridades era contener el virus para que no saliese de los centros penitenciarios ni se extendiera en todo el país y de ahí las medidas y órdenes sanitarias que se han tomado para evitar la propagación de la enfermedad y los cierres que van desde moderados a absolutos en diferentes centros penitenciarios, dependiendo de la gravedad de la situación en cada centro.

Sin embargo, el tema es que fuera de las cárceles las cosas también podrían estarse complicando. Desde inicios de semana se reportó el caso de una funcionaria de la Oficina de Defensa Civil de la Víctima en la Fiscalía de Heredia que fue diagnosticada por paperas y, aunque no se ha determinado cuál es la fuente de su contagio, este caso y el de los dos policías y la secretaria de San Sebastián no hacen más que ilustrar la necesidad de reforzar las medidas, pues los casos ya podrían estarse expandiendo.

El día de ayer también se reportó el cierre del pabellón 1 de mujeres del Hospital Nacional Psiquiátrico, pues en ese módulo hay dos mujeres contagiadas y 46 más que estuvieron cerca de ellas, lo que generó que se tomara la medida de imponer la condición de aislamiento en ese módulo para contener el brote.

Así lo informó Noticias Repretel en una nota en la que se aseguró que las autoridades del centro médico sospechan que la propagación del virus se habría realizado a partir del traslado de dos mujeres privadas de libertad, quienes ingresaron al centro médico a finales del mes de setiembre, debido a que presentaban trastornos de salud mental. Al parecer, una funcionaria que los atendió sería la que habría transmitido el virus a las dos mujeres del pabellón 1.

Justicia y Salud ya han aplicado más de 20 mil vacunas a los privados de libertad y a funcionarios de los centros penitenciarios del país y además se están tomando otras medidas de reforzamiento de limpieza en las instalaciones de las cárceles, así como que las audiencias judiciales se realicen o por videollamada o con cubrebocas; además, en el Hospital Psiquiátrico se habilitó un espacio especial para atender a las personas que las cárceles remitan a los centros médicos.

Sin embargo, y considerando que el periodo de tiempo entre el momento del contagio y la manifestación de los síntomas es de aproximadamente 25 días y que a mediados de octubre ya contabilizamos más de 270 casos, no está de más que cada uno de nosotros extreme cuidados por su parte.

El aumento de los casos de paperas no es exclusivo de Costa Rica, pues desde inicios de año Estados Unidos ha reportado un subidón en los casos que, a junio de este año, ya reportaba a más de 5 mil personas contagiadas. Por ello los Ministerios de Salud y Justicia están llevando una investigación aparte que detalle por qué se están presentando nuevos casos pues desde 1984 en Costa Rica se vacuna a todos los menores de edad a los 15 meses y a los 7 años contra esta enfermedad y en los casos reportados en centros penitenciarios no se contabiliza a ningún extranjero.