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— El presidente Carlos Alvarado Quesada tuvo un día complicado ayer, tras protagonizar un incómodo episodio durante el acto cívico de conmemoración del 195 Aniversario de la Anexión del Partido de Nicoya.

— A estas alturas no sabemos si la pérdida de los estribos al final de su discurso se debió al hambre o al calor de la provincia, pero lo cierto es que Alvarado estuvo en boca de todos ayer tras un cierre que pasó de apasionado a ... desmedidamente exaltado.

— El ambiente estaba tenso, pues un grupo de manifestantes vociferaban “fuera el presidente” interrumpiendo el discurso de Alvarado y según detalla La Voz de Guanacaste la producción estaba en carreras para que se escuchara la voz del mandatario.

— El presidente optó por gritar y gesticular de modo tal que rápidamente se viralizó ese extracto del discurso despertando todo tipo de críticas desde diversos sectores de la ciudadanía.

— Quedó en evidencia que todo lo aprendido sobre cómo gestionar la comunicación en situaciones de crisis quedó en el olvido, pues aquí el fondo, que en estos casos importa igual (o incluso más) que la forma, quedó en el olvido.

— Hoy nadie recuerda ni habla de las palabras que estaba diciendo cuando perdió el control, lo único que quedará en la memoria es el recuerdo de las imágenes de David Bolaños que rápidamente dieron pie a un sinnúmero de memes.

— Lo más contradictorio de todo esto es que, momentos antes del “lapsus presidencial”, Alvarado había dado un discurso posterior al Consejo de Gobierno en el que aseguraba que “siempre es una opción construir a partir de la diferencia” ¿Entonces? ¿Construimos desde la diferencia pero nos enojamos ante los abucheos?

— Para los muchos que se oponen al Gobierno y que ya han venido señalando que no se les escucha, la reacción del presidente el día de ayer es lo que les hacía falta para darle fuerza a su discurso: quienes ya antes calificaban —irresponsablemente— de que este era un Gobierno autoritario, tienen ahora un video del presidente perdiendo los estribos públicamente, y de seguro lo aprovecharán para sus causas.

— Así mismo, y como era de esperar, la oposición no perdió la oportunidad para tirarle al presidente por su actuación, por lo que, mientras el país requiere de un rumbo claro —que el Gobierno no ha sabido darle— probablemente pasaremos la próxima semana escuchando a diputados hablar sobre este episodio...

— El propio presidente ya había señalado molestia cuando le hacían preguntas que para él no venían al caso: “es como una realidad bizarra, trabajamos para construir un país de un lado, y me preguntan cosas de una agenda que no termino de entender que interés tiene”.

— El tema es que, al parecer, Alvarado no se da cuenta de que es justamente el mismo Gobierno el que, con sus errores de comunicación, crea esa “realidad bizarra” de la que se queja. Hasta que en el Gobierno no entiendan eso, las cosas van a seguir siendo así.

— Al final de cuentas, como bien dice el dicho “el que se enoja pierde”, pero cuando el que se enoja es el presidente de la República perdemos todos. En un país ya de por sí polarizado, en nada sirve que sea el mismo Alvarado el que desacredite su investidura con momentos como los de ayer. Ya tenemos suficiente congoja en la Asamblea Legislativa como para llevarla ahora también a Zapote. Orden, por favor.

Bonus Track: Las giras del 25 de julio no han dejado un saldo positivo al presidente, no olvidemos que la visita del año pasado nos dejó este momento.

Esta nota es parte del Reporte: Jornada de bochorno en Guanacaste.