El Presidente de la República, Carlos Alvarado declaró este martes estado de emergencia en todos los cantones de Guanacaste, Coto Brus, Esparza y el cantón central de Puntarenas; Upala, Los Chiles, Guatuso, y San Carlos de Alajuela; así como los cantones central y Oreamuno de Cartago, y Puriscal en la provincia de San José, debido al déficit de lluvias originado por el Fenómeno de El Niño (ENOS).

Desde Guanacaste, Alvarado firmó el edicto en el que declara la emergencia usando como base la información del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), de que el comportamiento de las lluvias en noviembre 2018 muestra un déficit de un 75% en Cartago, 47% en el Pacífico Norte, 30 a 48% en el Pacífico Central y 10% en el Pacífico Sur.

A abril de 2019, Cartago reportó un déficit de lluvias del 60%; las regiones del Pacífico Central y Norte de 50% a 75%, la Región Pacífico Sur de 10 a 20% y la Zona Norte entre 15 y 20%.

Toda esa situación ha afectado el consumo humano del agua potable, las actividades productivas de vocación agrícola y el medio ambiente.

El ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado, señaló que ante el impacto del déficit de lluvias en el sector Agropecuario “requerimos el decreto de emergencia, para atender las necesidades de las familias productoras, de manera que logremos recuperar sus niveles de producción. Estos fenómenos están siendo cada vez más recurrentes y la actividad agropecuaria tiene que ajustar prácticas para mitigar estos efectos. Sobre esto es que estamos trabajando”.

Consecuencia del fenómeno se reportan pérdidas en cultivos como café, hortalizas, frijol, arroz y caña, entre otros; igualmente se determinó perjuicio en actividades como pesca y acuicultura por cambios en el comportamiento de las especies que afecta las pesquerías y muertes de colmenas y baja productividad. En ganadería ha ocurrido la muerte de animales, pérdida y reducción de la productividad, tanto en ganado de leche como de engorde.

A nivel ambiental se registra una incidencia anómala de incendios forestales, llegando a un registro de 172 hasta el mes de mayo de 2019, que ha provocado la quema de 2265 hectáreas impactando áreas de pastoreo, cultivos y áreas protegidas con daños colaterales en los ecosistemas naturales.

El Gobierno dijo que, aún cuando las diferentes instituciones tomaron y recomendaron medidas de mitigación, el tipo de fenómeno y la recurrencia de los periodos de sequías amerita aplicar un régimen de excepción para enfrentar las pérdidas mediante el impulso de proyectos de recuperación.