Hoy el texto es un poco narrativo, ya verán por qué. Hace algunas semanas publiqué una entrevista con Henry Picado, presidente de la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON).

En aquel intercambio Picado y yo conversamos sobre el cultivo de la piña y mi enfoque fue la expansión piñera. El invitado se expresó libremente y la entrevista fluyó. Henry es una persona agradable y conocedora de su campo. Pero como siempre, en todo existe una contraparte y es sano escucharla.

Pocos días después de la publicación recibí una llamada de Reynaldo Martínez, quien se presentó en nombre de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep). Según él, la Cámara deseaba “solicitar-me- unos minutos de tiempo para exponer su posición respecto a la nota publicada”.

Durante nuestra breve conversación telefónica le solicité que hiciera la petición por escrito y que especificara los puntos a abordar. Según confirmó Reynaldo en un correo posterior los temas serían condiciones de trabajo, acueductos en Limón y cobertura forestal. “Canapep tiene información que contrapone” lo indicado en la entrevista con Henry.

El correo del comunicador inicia diciendo: “como te comentaba hace algunos minutos por teléfono (...)”, he ahí el detalle. Reynaldo únicamente comentó que de parte de la Cámara se presentaría a la entrevista Abel Chaves Trigueros, presidente de Canapep.

El encuentro se había pactado para las nueve de la mañana de un jueves, y por un mal cálculo de tránsito llegué un poco tarde. Canapep queda en Sabana, detrás de la entrada al bulevard de Rohrmoser. Cuando me presenté en recepción, me indicaron que entrara a una sala de reuniones, en la cual no solamente estaba Chaves Trigueros.  

Las personas que me conocen si algo saben de mí es que soy bastante expresiva. Ante mi gesto de asombro Reynaldo Martínez se apresuró a introducirme con Abel y con Roberto Cordero Cordero, quien de acuerdo a su tarjeta de presentación es contratado en outsourcing para temas de cambio climático y servicios sustentables. También estuvo presente la directora administrativa de Canapep, Rebeca Sequeira Nema.

Hay dos personas completamente desconocidas y no anunciadas en la mesa. A todas luces una falta de respeto profesional. De reojo, Eduardo el fotógrafo y yo nos miramos.

Esta entrevista es casi en su totalidad una narración no cronológica de mi encuentro con Canapep. Al final encuentran un extracto en audio.

Un retrato de Abel Chaves Trigueros cuelga de la pared en una sala de reuniones en Canapep | Foto por Eduardo Carmona

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Ante mi notoria molestia por la presencia de invitados no anunciados cuestioné sin mucho tacto quién me atendería. Reynaldo me señaló a Abel Chaves quien estaba a mi lado, e introdujo a Roberto Cordero como el asesor legal en temas ambientales. Roberto estaba sentado frente a mí.

Al lado izquierdo de Roberto estaba Reynaldo y al lado de Reynaldo estaba Rebeca Sequeira. Al fondo y sigiloso como un gato Eduardo Carmona ya había empezado a tomar fotografías.

No sé si la situación en sí misma ya me tenía sofocada o era que la mesa donde nos sentamos estaba desordenada, pero la oficina se sentía un poco pequeña. Un casco de moto por aquí, demasiados servilleteros por allá.

Cuando hago una entrevista, generalmente no llevo computadora, sino una guía de preguntas impresa en cualquier papelillo, pues usualmente quien solicita el encuentro y comparte el enfoque soy yo.

Pero como en esta ocasión la Cámara solicitó el espacio, hice la tarea de estudiar la entrevista de Henry y subrayé las secciones de la publicación en la que se menciona los temas que, según el correo de Reynaldo, serían los puntos de partida de este encuentro, por eso llevé la portátil.

Para sorpresa de nadie, esos temas únicamente se empezaron a abordar luego de 30 minutos de conversación. Antes de eso hubo un monólogo del presidente de la Cámara, donde contó sobre las empresas afiliadas de Canapep y los aportes del sector piñero al país.

Al principio estaba confundida. No estaba entendiendo por qué Abel empezó refiriéndose a la “distorsionada visión” con la que muchos replicaron un informe del INCAE sobre el sector piñero, pues según él, este estudio pagado por Canapep les indica a los asociados que han hecho bien su trabajo. Cosa que no podría decir de los productores independientes.

“Nos deja la evidencia que el trabajo que se ha hecho viene alcanzando los objetivos que hemos buscado con la actividad [piñera]. También dejó evidencia de que (...) operaciones o proyectos que no están bajo nuestro techo, prácticamente dependen de un departamento del Ministerio de Agricultura. Ahí es donde está nuestra preocupación.

Nosotros no tenemos la posibilidad de llegar a inspeccionarlos porque realmente no están en la obligación de someterse al estudio”. 

Al paso, Reynaldo aclara que la mayoría de debilidades ambientales y sociales señaladas por el INCAE fueron encontradas en productores no asociados.

“En principio no todos los productores de piña están asociados a la cámara, únicamente un 90%. Ahí es donde INCAE detectó a la mayor cantidad de problemas”.

¿Ahí están los problemas [piñeros no asociados]?

—Ahí es donde radican mayoritariamente los problemas.

Sorpresiva sala de reuniones llena | Foto por Eduardo Carmona

Es decir, de acuerdo a Capapep, la mayoría de problemas piñeros en Costa Rica son causados por el 10% de los productores no afiliados a la Cámara. Sin embargo, su presidente reconoce que la investigación de INCAE también evidencia que algunos afiliados tienen oportunidades de mejora, “existen algunos productores que todavía no se han ajustado la normativa que existe, principalmente a lo que tiene que ver con áreas de protección y también la parte laboral”.

Conforme fueron pasando los minutos me di cuenta de que el presidente de la Cámara es un hombre increíblemente estratégico, con mucho tacto político, si se quiere. Su amabilísimo tono de voz, sus suaves gestos y su reposada postura de empresario consolidado expresan mucho más que sus palabras.

En la continuidad de su monólogo sobre lo cerca que está la Cámara de quedar acreditada con la norma de calidad ISO 17000 (Evaluación de Conformidad en procesos de inspección, auditoría, etc.), permanezco confundida al no saber si se concretará la conversación acordada.

En lo que Abel menciona sobre los actores que conforman la Comisión Socioambiental para la Producción Sostenible de la Piña (COSAP), creada por iniciativa de la Cámara, Roberto Cordero, el asesor legal, se hace partícipe de la interlocución.

Cordero intentó introducir los temas acordados, pero ante el cero estructurado encuentro que estábamos teniendo le dije que primero prefería terminar de hablar con Abel y luego empezar a conversar con él.

A 10 minutos de haber llegado, pude entender que el presidente haría una especie de sesión de relaciones públicas sobre los temas acordados y Roberto Cordero, quien tenía impresa y subrayada la entrevista con Henry Picado a su lado, expresaría la posición ¿legal? de la Cámara sobre dicha publicación.

Roberto Cordero Cordero, asesor legal (según su tarjeta asesor en cambio climático y servicios sustentables) con la entrevista con Henry Picado impresa | Foto por Eduardo Carmona

CONTAMINACIÓN DE AGUA Y ESPACIOS FORESTALES

Recientemente el Proyecto Monitoreo de Cambio de Uso en Paisajes Productivos (MOCUPP), desarrollado, entre otros actores, por el Centro de Alta Tecnología (CeNAT) y el Ministerio de Ambiente (MINAE) ha dado cuenta de cómo han cambiado los paisajes productivos por la producción piñera.

MOCUPP dota de imágenes satelitales al Registro Nacional, para evidenciar cómo cambia el paisaje productivo costarricense. Según el CeNAT “se determinó que durante el periodo 2000-2015, se perdieron 5.566 hectáreas de cobertura forestal por cultivos de piña en paisaje productivo”.

Para hacernos una idea, el Parque Metropolitano La Sabana mide 72 hectáreas. Es decir, en 15 años, el equivalente a 77 Sabanas se perdió por la siembra de piña.

Pero, según el presidente de la Cámara de piñeros, en reuniones que han sostenido con el Ce-NAT, este Centro ha validado la posición que sostiene Canapep: los resultados no son exactos.

“A pesar de que están muy adelantados en los estudios, las imágenes todavía no muestran la realidad de lo que está pasando con el suelo”, dice Chaves Trigueros.

Por su parte, Cornelia Miller directora del laboratorio PRIAS del Ce-NAT, dice que, si bien las fotografías tienen limitaciones de alcance, es una plataforma confiable.

Confirma Miller que “las capas tienen trabajo de campo y se validan. Además, son revisadas por los encargados del proyecto que tiene su coordinación con las Naciones Unidas. Entonces es doblemente revisado, trabajamos con altos estándares.

La especialista añade que “lo que no se puede pretender es obtener un súper detalle de alta precisión, pero de qué es confiable, es confiable”.

Incluso, dice la directora del laboratorio, a pesar de que las imágenes satelitales son una representación de la realidad, mas no la realidad misma, algunos empresarios de Canapep utilizan las imágenes satelitales de MOCUPP para validar sus propios datos.

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La conversación se encamina por el lado del segundo tema: la contaminación del agua por agroquímicos utilizados en la actividad piñera. Hasta el momento continúo como en la mayoría de mis entrevistas, atenta y escuchando.

El presidente de la Cámara comenta que solo es posible determinar que las aguas están contaminadas si es un laboratorio acreditado por el Ente Costarricense de Acreditación el que así lo demuestra. Sin embargo, más tarde Roberto Cordero dice que aunque sean acreditados las pruebas no son confiables, pues los parámetros para medir la contaminación del agua por agroquímicos no están estandarizados.

“El problema de las aguas es que ni siquiera está definido por el mismo Ministerio de Salud. El Ministerio acaba de modificar nuevamente el Reglamento de Calidad de Agua Potable en una forma técnicamente equivocada.

Todavía mantiene sumatorias de agroquímicos o de organoclorados y organofosforados que son imposibles de medir. Si usted va a los laboratorios a medir agroquímicos, los criterios de sensibilidad pueden variar [entre laboratorios].

Entonces ahí [se refiere a la entrevista con Henry] es muy importante buscar las fuentes con el CICA [UCR], con la Dirección de Agua [MINAE] para entender si realmente hay contaminación, si se puede hablar de contaminación, si puedo citar a alguien que hable de contaminación.

Entonces me parece que hay una oportunidad para ustedes (…) así nadie les debatiría un artículo (...)”

Dice Roberto que “no habido ni un solo caso clínico, ni un solo caso de hospital donde una familia o una comunidad esté intoxicada por exceso de un producto [agroquímico] y que como periodista no estoy consultando las fuentes correctas. En palabras menos políticamente correctas, dice que es una oportunidad para que yo aborde los temas piñeros con más rigurosidad.

Roberto Cordero Cordero | Foto por Eduardo Carmona

CIENCIA Y TÉCNICA

Desde el punto de vista de Roberto Cordero, yo como periodista no debí hablar sin ciencia ni técnica. Como se lo hice saber, su posición es respetable. Estamos hablando en un contexto donde existe una clara contraposición de intereses entre Canapep y FECON, y quien no parta de eso para debatir cualquier argumento ya empezó en desventaja.

De vez en cuando, mientras el asesor legal de la Cámara expone sus razones sobre el uso del vocabulario, se le cuelan frases que, según mi percepción, sugieren un mejor desempeño de mi profesión. Explícitamente se manifestó respecto al uso de dos palabras: delito y contaminación.

Cordero me dijo que no debí utilizar la palabra contaminación porque yo no demostré que el agua estaba contaminada. Pero bueno, que yo periodista no haya demostrado tal contaminación, obviamente, no significa que no haya contaminación comprobada. Por ejemplo, el Centro de Investigaciones en Contaminación Ambiental, CICA de la Universidad de Costa Rica, que él mismo menciona como fuente ya ha avanzado por ahí.

Acontece que el CICA empezó en 2015 una investigación en la que se encontró agua contaminada con agroquímicos resultado de la actividad piñera en la Zona Norte. ¿El detalle? Que la información no fue compartida públicamente a tiempo.  

Aquí el Semanario UNIVERSIDAD publicó un reclamo bastante procedente sobre la omisión. El titular de la nota dice que “pese a que la investigación inició en 2015, ni la UCR, ni las otras autoridades del Estado han alertado a la población sobre el riesgo”.

Casualmente, en la misma fecha que UNIVERSIDAD reclamó a las autoridades universitarias por no divulgar esta información, la casa de enseñanza se refirió sobre la investigación aquí.

Pero eso no es todo, como si las estrellas se hubiesen alineado, el Servicio Fitosanitario del Estado también se pronunció el mismo día sobre el mismo tema, pues esta dependencia del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) pagó más de 200 millones de colones por la investigación. Reza el comunicado de prensa:

“Los resultados, aún preliminares, descartan presencia de residuos de agroquímicos en fruta, pero sí hallaron trazas de agroquímicos en aguas, por lo que el MAG, en setiembre del año pasado [2017], envió carta al Ministerio de Salud recomendando la valoración del informe”

Por otra parte, en enero de este año la Sala Constitucional condenó a seis instituciones del Estado a iniciar un proceso de saneamiento de las fuentes de agua contaminadas con agroquímicos, derivados de la actividad piñera, en varias comunidades de Alajuela. ¿Contaminación? yo diría que sí.

Un agricultor dorado | Fotografía por Eduardo Carmona

UNA TIJERA POR FAVOR

Para quienes no recuerdan, la entrevista con el presidente de FECON, esta lleva por título: Henry Picado Cerdas: “El delito ambiental es sinónimo de expansión piñera”.

De ahí partió Roberto Cordero para unirse a la conversación con lo siguiente:

“El tema de delito es bastante delicado por cuanto los delitos implican más allá de un incumplimiento. Cuando hablamos de delito es porque hay un tipo penal que fue violentado. El tipo penal que puede ser violentado en este caso tiene que ser en relación a las zonas de protección o contaminación de aguas. Entonces, hablar de que 'delito ambiental es sinónimo de expansión piñera' es bastante perverso desde su definición.

Para el lector no se hace la aclaración de qué es delito, y eso creo que es básico cuando estamos tratando de educar o de comunicar a la gente si una actividad cumple o incumple, una actividad es delictiva. Porque estamos haciendo asociaciones o sinónimos, creando una expectativa al lector. Me parece que hay que tener cuidado cuando se utilizan esos sustantivos sobre todo porque tiene una tipicidad que sólo el Ministerio Público es el autorizado a determinarlo”.

En aquella sala de reuniones nadie más que Roberto hablaba. Yo estaba casi incrédula de lo que estaba escuchando. El asesor legal, a quien no anunciaron, me estaba dando una explicación de que el Ministerio Público... Bueno...

Se podía cortar la tensión con una tijera. Cuando la conversación se volvió un claro problema desde mi punto de vista por la falta de respeto, Abel Chaves salvó la jornada. Intervino nuevamente con su nada alterado tono de voz.

“Perdón que interrumpa (...) No quiero convencerla de que tal vez cambie la forma [de edición]. No, eso es muy respetable porque es su trabajo. Es la forma en la que usted en su momento interpretó la información que su entrevistado le dio.

Lo que queríamos era compartir con usted este tipo de detalle. Vea usted que la noticia ha llegado a núcleos donde es importante, y nosotros somos parte de ese núcleo. Para nosotros la información que usted dio es importante. ¿Correcta o incorrecta?, eso es muy respetable no estamos cuestionando a eso.

Lo único que si queríamos era que tuviera nuestro punto de vista y que tuviera información de primera mano, no para convencerla porque realmente cada uno tiene su patrón de ejercer su profesión, y eso para mí es respetable".

Es que no sé ni qué compartirles. La manera inapropiada, y en una ocasión hasta sarcástica, en la que el asesor legal cuestionó la edición de la entrevista con Henry ciertamente me desencajó un poco.

Es la primera vez que me sucede algo así. Aunque conforme aborde otros temas, no exclusivamente políticos, pero de otros intereses sectoriales, naturalmente creo que no será la última vez que me cuestionen. Entiendan que el sector piñero mueve cerca de mil millones de dólares al año.

El break que dio Abel Chaves al intercambio entre Roberto Cordero y yo, es la clara razón por la cual es presidente de la Cámara. Tiene tacto político y se comunica de manera asertiva.

Hacia el final del encuentro me percaté que Chaves Trigueros fue empresario del sector bananero durante muchos años. En algún momento hasta dijo que así como ahora satanizan el cultivo de piña, también sucedió con el banano.

Y aunque me parece un personaje interesantísimo, claramente no hubo tiempo para hacer la entrevista de perfil. Le mencioné a Reynaldo Martínez, el asesor en comunicación, que por favor habláramos para sacar un espacio para entrevistar únicamente al presidente de la cámara, pero como lo imaginé eso nunca sucedió.

Abel Chaves Trigueros, presidente de Canapep | Foto por Eduardo Carmona

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Durante semanas el asesor legal de Canapep me generó un conflicto ético profundo. No quise editar la entrevista desde una posición revanchista ni personal. Aunque lo personal siempre es político.

Dejé que transcurrieran las semanas y escuché la grabación de la entrevista varias veces. En algún momento dejó de tener sentido que un asesor legal, a quien le pagan por hacer cierto trabajo, cuestione mi ejercicio profesional.

Al final del día, a Canapep le hubiese funcionado mejor enviar un artículo de opinión con sus puntos de vista respecto de la entrevista con Henry, opción que en Delfino.CR siempre tenemos abierta.

A un año de que Delfino.cr lanzó Lo Personal es Político el encuentro entre la Cámara y yo es una oportunidad de oro para compartir de qué va el espacio. Es que, en algún momento, cuando la entrevista con los piñeros dejó de tener sentido para mí, les tuve que preguntar honestamente si habían leído antes o solo leyeron la entrevista con Henry.

Este es y seguirá siendo un espacio donde a los lectores no se les engaña con “puntos de vista objetivos” de la periodista. Porque el periodismo de perfil biográfico incluye precisamente eso, la subjetividad del periodista.

Lo cual no quiere decir que no exista profesionalismo a la hora de tratar los temas, a lo sumo una mala comprensión de la información intercambiada con la persona entrevistada, como sucedió con Irene Cañas, presidenta ejecutiva del ICE. Afortunadamente pronto algunos lectores se percataron del problema con algunas cifras y en los comentarios se encuentra la corrección de los interlocutores.

En cualquier caso, prevalece la idea de que esta periodista no es dueña de la verdad y que mis posiciones pueden ser o no compartidas con alguien, o con cierto sector.

Por eso, a los o las lectoras se les presentan los hechos de una manera en la que idealmente les genere ganas de saber más y hagan lo propio por construir su criterio personal.

Esto no es una receta donde se les da hecha una “realidad”. Porque como en todo, siempre hay contraposiciones. Así es como funciona la vida en sociedad.

Por eso cuando Reynaldo Martínez introdujo a Roberto Cordero como asesor legal, mi reacción interna inmediata fue ¡¿asesor legal?! Vamos a ver Canapep, si querían un publicity debieron haberlo dicho antes, a todas luces no hubiese asistido a tal encuentro.

De más está decir que lo único concreto que me presentaron como información “que contrapone” lo indicado en la entrevista con Henry fue el informe de INCAE. Acá les quedan los últimos 30 minutos de la entrevista. Ahí me disculpan el tono de voz.

¡Gracias por leer! ;)