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— El Tribunal Provincial Eclesiástico de Costa Rica —previa aprobación de El Vaticano— impuso la pena de expulsión perpetua al exsacerdote costarricense Mauricio Víquez Lizano, por las múltiples denuncias presentadas en su contra por abusos sexuales contra menores de edad.
— La medida —tomada hace 15 días— fue anunciada por la Arquidiócesis de San José, luego de que el Vaticano diera su aprobación para que el Tribunal Provincial Eclesiástico de Costa Rica sancionara a Viquez. “Impóngase al reverendo padre Mauricio Víquez Lizano, sacerdote de la arquidiócesis de San José, pena perpetua y expiatoria de expulsión del estado clerical”, reza la sentencia, hecha pública ante la imposibilidad de la Iglesia de notificar al exsacerdorte personalmente.
— Víquez se encuentra prófugo de la justicia costarricense y posiblemente escondido en México, según dio a conocer el diario digital CR Hoy.
— El Vaticano conoció de nueve denuncias canónicas presentadas contra Víquez por abusos sexuales contra monaguillos, así como de la denuncia penal que se tramita en Costa Rica en su contra por violación a un menor.
— La Interpol aún no ha emitido alerta roja para la captura y deportación del sacerdote. La denuncia penal en su contra prescribirá en septiembre. Mientras tanto, Jeison Granados, vocero de la Arquidiócesis de San José, dijo ayer que “la Iglesia actuó de la mejor manera en todo momento”.
— El Vaticano mantiene abierta una investigación contra el arzobispo de San José, José Rafael Quirós, pues ocultó los casos de abuso sexual cometidos por Víquez desde el año 2003, cuando las víctimas relataron los hechos. Por ese hecho, Quirós no participó de la más reciente conferencia del papa Francisco sobre pederastia.
— Nosotros, al igual que José Daniel Clarke, tenemos nuestras dudas.
Esta nota es parte del Reporte: Descarbonización, lucha contra el papiloma y Vaticanazo para Víquez