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— El día de ayer, ocho días después de que se presentara la primera denuncia por violación, el expresidente Óscar Arias acudió a la Fiscalía para ser interrogado por las dos denuncias penales interpuestas hasta el momento. Posteriormente Arias prefirió no dar declaraciones a la prensa sobre las acusaciones penales y las demás denuncias públicas que se le han hecho.

— Recordemos que desde que se dio a conocer la primera acusación penal 6 mujeres más denunciaron situaciones de acoso o abuso que sufrieron con el exmandatario. Además, Yasmín Morales presentó una segunda denuncia penal por abuso sexual. — Aunque el proceso judicial que enfrenta Arias apenas empieza y el trámite de ayer fue solo el primer paso de lo que será un largo camino judicial, las consecuencias claramente no se limitarán al terreno legal.

— El retiro de Arias del PLN fue probablemente solo la primer consecuencia extra-judicial para el Nobel, ya que por ejemplo, en el Concejo Municipal de Heredia se presentó una moción, de la cual Delfino.cr tiene copia, para que se retire temporalmente —hasta que el proceso judicial termine— la imagen de Arias del salón de sesiones Alfredo González Flores, ubicado en el Palacio Municipal.

— Según confirmaron en la Municipalidad, la moción deberá ser votada próximamente ya que entró en horas de la noche del lunes pasado y la próxima sesión ordinaria —donde se podría conocer— es hasta el lunes a las 6:30 p.m. Solicitamos conversar con el alcalde de Heredia, José Manuel Ulate Avendaño, cuya cercanía con el exmandatario es harto conocida, pero no fue posible localizarlo en oficinas.

— Retomando el caso de Yazmín Morales ayer trascendió que la denunciante tuvo que solicitar al Ministerio Público medidas de protección, luego de recibir amenazas por redes sociales, tras conocerse su acusación contra Arias. — Que Morales haya tenido que pedir medidas de protección debería servirnos de recordatorio de por qué en este tipo de situaciones las personas prefieran el silencio a la denuncia. Como mencionaba recientemente la abogada Larissa Arroyo al New York Times  “Presentar una denuncia tiene un precio muy alto (…) implica un costo económico y emocional, incluso perder un trabajo o ser estigmatizada públicamente” a lo que debemos agregar que en estos casos tiene incluso un costo a la seguridad de la denunciante…

— Hay que recordar que cuatro de las denuncias públicas realizadas provienen de mujeres que residen fuera del país, donde las amenazas de los fanáticos locales no pesan tanto, por lo que no podemos más que esperar que las otras tres costarricenses que compartieron sus historias no estén pasando por situaciones de amenazas similares a la de Morales.

Esta nota es parte del Reporte: Iglesia Católica en llamas por denuncias de abuso.