— ¿Cuáles son los principales factores que alimentan la cultura machista? El Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) identifica tres: el primero, es el factor económico y la pobreza, del que ya hablamos en nuestro reporte del martes pasado; el segundo es el factor cultural y las creencias que manejamos como sociedad; y el tercero es la impunidad, que viene unida de la mano al factor creencia, porque nos lleva al agresor a pensar “Esto es así, así ha sido siempre, no va a cambiar y como siempre ha sido así no me van a hacer nada y por lo tanto puedo seguir haciéndolo”.
— Por eso es que tenemos que penar y castigar el gritarle sandeces a alguien en la calle o grabar a una mujer por debajo de la falda...
— De estos tres factores conversamos con la coordinadora de la sección de violencia de género del Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), Ana Hidalgo, en entrevista concedida este lunes a Delfino.cr:
Tenemos desde hombres que creen que pueden golpear a su pareja porque es de su propiedad, hasta los que hemos escuchado decir en relación a los abusos sexuales a sus hijas, que ‘estas son flores de mi jardín y yo con las flores de mi jardín, hago lo que quiero’ para justificar efectivamente, que como él las procreó, son su propiedad y él puede hacer lo que quiera.
— De espanto. Pero sí, creer que las mujeres son propiedad, creer que se puede disponer sobre su cuerpo y sus vidas al antojo (recuerden el reporte de ayer, donde hablábamos de las 20 menos que contabilizamos este año) es parte de lo que llamamos cultura machista.
— ¿Cómo salir de ella? Hidalgo asegura que una de las maneras más efectivas para empezar, es problematizándola: hablar y convertir en problema sus alcances, abordar con propiedad los temas que hemos visto como "normales" toda la vida. Ese es el primer paso y es por eso que precisamente lo que estamos tratando de hacer aquí, en este especial del #25N.
— Si no lo hacemos, las leyes contra la violencia hacia la mujer y el otorgamiento de sus derechos seguirán durando 10 años en ser aprobadas, tal como sucedió con la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres, aprobada hasta la década del 2000, a pesar de estar en corriente desde los noventa; tal como pasó con la penalización de las relaciones impropias hace unos meses y tal como está pasando con la norma para poder acceder a un aborto terapéutico cuando la salud de la madre esté en riesgo.
— La normalización de la cultura es la madre de la falta de voluntad política e Hidalgo concuerda con ello:
Las leyes aquí duran mucho (promedio de 4 años en la Asamblea Legislativa, a las que les va bien) pero si son leyes a favor de las mujeres, el triple. El patriarcado lo asumen y lo llevan en sus cuerpos, personas e instituciones concretas que representan esa ideología que defiende privilegios ¿Cómo vamos ahora a penalizar algo que siempre sido mi derecho, como ha sido golpear a mi mujer?
— Así, la violencia que cada año nos hace contabilizar más niños que llegarán a Navidad sin su madre (la Nación hablaba de 14 sólo este año) crece y se mantiene sobre la base de la reproducción de patrones culturales.
— Lo que sucede, alerta Hidalgo, es que "el contexto actual del discurso antiderechos, del discurso conservador y todos sus matices", está elevando el riesgo.
— Justo de eso hablaba la Ministra de la Condición de la Mujer y Presidente Ejecutiva del INAMU, Patricia Mora, hace un par de semanas en nuestro Café para Tres XL cuando mencionaba cómo —y retomando al fracaso estatal de la atención de necesidades básicas de las que también hablábamos en el reporte del lunes— aparecen grupos que si bien resuelven necesidades de una zona que los necesita —por ejemplo cuando el huracán Otto y la tormenta Nate arrasaron con el país— inculcan también en la población un sesgo y una desvalorización a la lucha que dice que las mujeres son humanas, que deben ser tratadas como tales y que no hay aquí "florecitas del jardín" sobre las cuáles tener "derecho".
— Hidalgo concordaba con ese punto este lunes, al comentarnos que:
Este contexto en Costa Rica es algo que se ha cultivado durante los últimos 20 o 30 años, trabajando desde las bases comunitarias. El tema no es para nada religioso, porque todo el mundo tiene derecho a creer. El tema en que son estos grupos los que vienen a suplir las demandas de las mujeres, dígase casa cuna, diarios de alimentación y cuido a los adultos mayores, que el Estado ineficaz no logra subsanar.
— Más adelante, la especialista agrega que:
Son tiempos difíciles porque muchos de estos discursos conservadores, antiderechos vienen a cuestionar la violencia real. Cuestionan si las denuncias son reales. En Costa Rica no tenemos estudios que indiquen cuantas denuncias son falsas, en España sí, y no llegan a un 1%. Sin embargo, ellos dicen eso y cuestionan la gravedad y sus consecuencias para, en última instancia, culpabilizar a las mujeres de la violencia que sufren y que terminan confundiéndolas y confundiéndonos a todos. Esa es la confusión que nos paraliza y que genera que si sabemos de un hombre que le pega a una mujer, no hagamos nada.
— De nuevo, normalización. Y una lucha que, como dice Hidalgo, lo hace sentir a uno como si estuviese "rascando para sacar migajas" para el reconocimiento de los derechos de las mujeres.
— Esa lucha es la que plantea reforzar el INAMU, cuando nos invita este viernes a conmemorará el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con una marcha sobre la que ampliaremos detalles en el reporte de mañana.
— Hoy, de momento, les dejamos el enlace del evento, para que lo vayan agendando de una vez: Marcha de la no Violencia contra las Mujeres y las Niñas.
Bonus Track: Gobierno declara de interés público Marcha de la No Violencia contra las mujeres y niñas.
Hidden track: María Fernanda Soto Alfaro, en Teclado Abierto: Acoso sexual callejero: forma de vulneración de los Derechos Humanos de las mujeres.
Remix: Irene Hernández Carazo, en Teclado Abierto: Una deuda pendiente con las mujeres y familias gestantes.
Esta nota es parte del Reporte: Nublados del día preocupan a los ticos mientras Fabricio...