Default (también denominado impago, suspensión de pagos, cesación de pagos o insolvencia) es el término empleado en economía para la situación que ocurre cuando un deudor incumple en el pago de sus obligaciones con sus acreedores.
Generalmente esa palabra es empleada para referirse a un país que no pudo hacer frente a sus deudas (default soberano), aunque también puede originarse por la decisión del Estado de no pagar, aunque tenga los recursos para hacerlo.
Dato D+: El default privado más grande a la fecha ocurrió en el año 2008 cuando Lehman Brothers no pudo pagar 600 mil millones de dólares a sus acreedores, mientras que el impago soberano más grande registrado es el de Grecia en el año 2012, por 138 mil millones de dólares.
El ránking de países con mayor cantidad de defaults, realizado por la Universidad de Harvard y otros investigadores, sitúa a Costa Rica en el cuarto lugar junto a Francia, México, Perú, Chile y Paraguay.
El país incurrió en impago o acudió a reestructuraciones de la deuda en los años 1828, 1874, 1895, 1901, 1932, 1962, 1981, 1983 y 1984.
¿Quién declara el default?
El impago puede ser declarado por tres actores:
- Un gobierno que anuncia que no honrará sus deudas e incurre en cesación de pagos.
- Una agencia calificadora (Moody's, Fitch o S&P)
- Un acreedor privado que anuncia que un país no le pagó.
¿Cuáles son las consecuencias del default?
La tesorera nacional, Marta Cubillo, expuso semanas atrás cuáles serían las consecuencias para Costa Rica en caso de incurrir en impago de sus obligaciones.
"En el caso de que no paguemos lo inmediato es un shock sistémico: se detiene todo el Sistema Financiero porque el gran pagador de este país y el inyector de liquidez es la Tesorería Nacional. La salud de la Tesorería es la salud del Sistema Financiero".
Cubillo recordó que en El Salvador, cuando entró en default selectivo al no poder pagar sus deudas, las empresas privadas vieron detenida toda su operativa de comercio internacional y sus líneas de crédito bajaron al 20%.
"Se cerrarían los mercados internacionales, la deuda de Costa Rica sería degradada a deuda basura y todas las líneas de créditos que pudieran tener las empresas públicas y privadas se suspenderían. Habría costos altísimos de reputación, exclusión del comercio internacional y efectos inimaginables para la economía doméstica", dijo.
Cuando un país cae en default se convierte en una paria de los mercados financieros: no tiene acceso a créditos y si los logra, tendrán tasas de interés sumamente altas. También pueden ver embargados sus activos en el exterior
Al no tener acceso a créditos para pagar sus deudas, el Estado en default se ve prácticamente obligado a imprimir dinero, con la consecuente devaluación de su moneda y un aumento en las tasas de interés.