Dos mociones presentadas por la diputada María Inés Solís del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) podrían ser el caballo de Troya para que el plan fiscal cobre impuesto sobre la renta a las grandes cooperativas.

Se trata de las mociones 373 y 374, las cuales fueron rechazadas en la Comisión Especial que estudió el plan fiscal, pues solo obtuvieron el voto afirmativo de Pablo Heriberto Abarca, representante de los socialcristianos en ese órgano legislativo ante la ausencia de Pedro Muñoz.

Ambas mociones son idénticas y lo que pretenden es instaurar que las cooperativas paguen el impuesto sobre la renta, según la escala que está definida en el proyecto para las personas jurídicas:

  • 5% de impuesto sobre los primeros 5 millones de renta neta anual.
  • 10% de impuesto sobre el exceso de 5 millones y hasta 7,5 millones de renta neta anual.
  • 15% de impuesto sobre el exceso de 7,5 millones y hasta 10 millones de renta anual
  • 20% de impuesto sobre el exceso de 10 millones de renta anual

La diputada confirmó en exclusiva a Delfino.cr que insistirá en el Plenario para que sus mociones sean aprobadas.

¿POR QUÉ NO PAGAN EN LA ACTUALIDAD?

Los diputados que aprobaron la Ley de Asociaciones Cooperativas dispusieron en el artículo 78 que, para efectos legales, las cooperativas no tienen utilidades, sino que los saldos a favor que arroje la liquidación de cada año son ahorros o excedentes que pertenecen a sus miembros, por lo que no deben pagar Impuesto sobre la Renta.

El Ejecutivo incluyó en su propuesta, en un inicio, que las cooperativas pagaran ese tributo, sin embargo la ministra Rocío Aguilar reconoció ayer en la Universidad Latina que debieron ceder para que el texto sustitutivo del Gobierno fuera acogido en el Congreso.

Pese a que el texto actual no le cobraría impuesto sobre la renta a las cooperativas, sí establece un impuesto del 10% sobre los excedentes o utilidades que esas entidades, o asociaciones solidarias, giren a sus miembros.

La diputada señalo en un comunicado de prensa:

“Dado el lobby generado por un sector cooperativo y una fracción legislativa (históricamente respaldada por el sector) lograron que en el último texto presentado por el Ministerio de Hacienda, se excluyera a las cooperativas del pago de renta (...) Por la naturaleza del impuesto de renta, no se grava la pequeña cooperativa que produce queso o produce pequeñas cantidades de piña, estas quedarían exentas por las pocas o nulas utilidades que presentan. (...) Este impuesto va para aquellas cooperativas gigantescas que producen en masa siendo exoneradas por el Estado, que tienen ganancias gigantescas  e ingresos equivalentes incluso por el 2% del PIB y hasta exportan a precios más bajos de los que venden en nuestro país.”