El Plenario sesionó de forma atropellada este jueves por el constante rompimiento de quórum y el ruido que algunos de los (pocos) diputados presentes hacían al punto que no dejaban escuchar a quien estaba en el uso de la palabra.
Esa suerte la corrió, por ejemplo, Mario Castillo quien fue interrumpido durante cuatro ocasiones en menos de 15 minutos debido a que había menos de 38 diputados en el salón de sesiones.
"Todos requerimos respeto entre nosotros. Es un principio fundamental del ser humano. Si la decisión es que no nos vamos a respetar, tomemos nuestros chunches y vayámonos de aquí, pero no hagamos el ridículo", afirmó el oficialista.
Por su parte, el socialcristiano Pedro Muñoz siguió una misma línea: "No podemos seguir así. O nos ponemos las pilas o paramos esto, hicimos un debate reglado que aparece arreglado. O nos ponemos en orden o nos vamos para la casa. Aquí vinimos a criticar al Poder Judicial y los que estamos haciendo el ridículo somos nosotros"
El desorden se mantuv...