La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) desmintió esta noche a la Defensoría de los Habitantes y negó haber colocado válvulas cardíacas defectuosas a decenas de pacientes durante la década de los 80, contrario a lo que reveló la institución auxiliar del Congreso en una investigación publicada este jueves.
Mediante un comunicado de prensa, el Licenciado Rubén Alvarado Chávez, del Área Jurídica de la CCSS dijo que una comisión investigadora del Hospital México, en el año 2015, determinó que los porcentajes de mortalidad de pacientes a los que se les implantó el dispositivo no dan muestra de defectos que puedan ser atribuidos como causa de su fallecimiento.
La Defensoría afirmó que en la década de 1980, el Hospital México implantó válvulas Björk-Shiley a 72 personas, de las cuales 60% ha fallecido, e ignoró una alerta emitida por la Organización Panamericana de la Salud que daba cuenta de que esos dispositivos, fabricados por la empresa Shiley, Inc. (subsidiaria de Pfizer, Inc.), tenían defectos en su material, causantes de la muerte de más de 300 pacientes en todo el mundo.
El centro médico justificó este jueves que el procedimiento era, para esa época, el más innovador tecnológicamente hablando y que a los pacientes atendidos en el Hospital México se les implantó prótesis de tres tipos: mitrales, aórticos y mitro-aórticos.
"A 31 pacientes se les colocó la válvula órtica, con un 81% de sobrevida entre uno y 35 años después del procedimiento", dijo Floribeth Solano, jefa de Registros Médicos e integrante de la comisión investigadora del 2015.
Sin embargo, la Defensoría acusó que precisamente el Hospital México usó en aquel entonces la excusa de que los pacientes con el dispositivo tenían altos índices de sobrevida, para no hacer seguimientos específicos a cada uno, como sí ocurrió y se ordenó luego del juicio que enfrentó la empresa fabricadora en Ohio, Estados Unidos.
Pero la Caja desmintió también esa afirmación y dijo que todos los pacientes fueron monitoreados y atendidos a lo largo de su enfermedad, tanto por el Hospital México como por los otros centros de adscripción.
"Son pacientes que luego del procedimiento deben recibir tratamiento inmunosupresor. Algunos logran vivir más años que otros. Las muertes están asociadas a otras patologías", dijo la institución.
El Seguro Social hizo la investigación en el 2015 tras una denuncia interpuesta por Wainer Castillo Huezo, quien alegó que varios pacientes implantados de esa válvula habían muerto a causa de fallos en el dispositivo, incluyendo a su padre, Franklin Castillo Alvarado.
"La comisión integrada por el Lic. Rubén Alvarado Chávez, del área jurídica, Floribeth Solano, jefe de Registros Médicos y el médico Julián Peña Varela, concluye en el informe que “los porcentajes de mortalidad referidos a los procedimientos valvulares mitrales 16%, aórticos 17% y mitro-aórticos 10%, reflejan porcentajes similares, que no dan muestra de colocaciones valvulares defectuosas que provocaran una catástrofe de mortalidad directamente relacionada con el tipo de válvula mencionada", afirmó la Caja en su comunicado de defensa.
En esa ocasión, la investigación arrojó que las válvulas mitrales no fueron cuestionadas y que la mortalidad del primer año en pacientes implantados con el dispositivo reflejaba similitud con las válvulas aórticas cuestionadas.