Centenares de toneladas de basura lanzadas al río Virilla y arrastradas durante la época lluviosa ponen en peligro la generación de energía hidroeléctrica, lo que obligó a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) a entrar en estado de alerta para evitar daños a los equipos en las plantas Brasil, Belén, Electriona y Ventanas.
De acuerdo con la subsidiaria del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), tan solo el año pasado fueron retiradas 600 toneladas de residuos ordinarios en esa cuenca, con el fin de evitar inundaciones o la salida de operación de alguna central hidroeléctrica.
"En época lluviosa la Compañía está alerta, pues las crecidas pueden transportar más residuos de lo habitual y con ello generar algún daño a los procesos de producción", dijo José Pablo Cob, jefe de la Unidad de Sostenibilidad de la CNFL.
Según estimaciones de la Compañía, un atascamiento en las tuberías de presión de las centrales hidroeléctricas de la Cuenca del Virilla pondría en peligro la generación de 166.000 MWh de electricidad entre mayo y diciembre.
El ICE y la CNFL echan mano de grúas para sacar los desechos de ríos y embalses (como se ve en la fotografía), para luego depositarlos en rellenos sanitarios autorizados por el Ministerio de Salud.