Hace poco más de cuatro meses estallaba la bomba. Un empresario, en apariencia desconocido, se abría paso como Pedro por su casa en los tres Poderes de la República.
A llama viva los costarricenses le seguían la pista al llamado caso del cemento. Sin embargo, el tema venía desde mucho antes, julio del 2017 para ser precisa, cuando el Plenario aprobó la creación de una comisión especial para investigar supuestas irregularidades en el otorgamiento de varios créditos bancarios.
Dicha comisión, integrada por nueve diputados, tuvo un papel fundamental para que un caso que ya había sido conocido por la fiscalía, reviviera y no quedara, como quien dice, títere con cabeza.
No fue una cacería de brujas. No fue un show político. Hoy, muchos meses después de que se diera a conocer El Cementazo, y con varias fichas de peso en prisión preventiva, sabemos que la comisión hizo lo que hace muchas legislaturas no se hacía: despartidizar una lucha social, la lucha contra la corrupción.
Esta semana nos sentamos a hablar con Patricia Mora, Ottón Solís y Ronny Monge. Las tres caras más conocidas de esta comisión. Tal vez el menos mediático de los tres sea el liberacionista, así que precisamente con él que iniciamos esta conversación.
Por cosas del oficio, el diputado Monge no me era desconocido y curiosamente una de las pocas veces que los había visto fuera de la Asamblea Legislativa había sido en un tributo a Héroes del Silencio y Soda Stereo. “Mirá a Ronny Monge” me dije como extrañada de verlo en ese momento. No sabía que meses después se convertiría en el presidente de la comisión especial que tendría a tantísimos costarricenses, por primera vez en la historia, pegados a la señal en vivo del Congreso...
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La credibilidad se gana, con Ronny Monge
¿Cómo logró la Comisión volver a posicionar la corrupción como un problema social grave, más cuando, en apariencia, es un tema con el que los costarricenses han aprendido a vivir?
— “Hay un detalle curioso. Durante los últimos 20 años, cuando se han investigado casos de corrupción, en la mayoría de los casos, salieron informes donde parecía que cada partido tenía más interés en defender a las personas involucradas en sus partidos, que en acercarse a la verdad.
Luego cuando se viene la conformación de la Comisión y la postulación para ver quién la preside, yo propongo mi nombre en medio de la desconfianza de los grupos que conforman esta Asamblea Legislativa que piensan que Liberación Nacional es sinónimo de corrupción.
Además, mi nombre figuraba al lado del de Ottón Solís, pero bueno, terminé ganando yo la presidencia 5 votos a 4. Entonces teniendo claros los escenarios del pasado lo primero que busqué fue tratar de generar credibilidad, y esto lo logré llegando 100% preparado para todos los posibles escenarios.
Uno de esos escenarios, que considero fue el que me dio credibilidad, es cuando Juan Carlos Bolaños, buscando evadir al máximo órgano de control político de este país, presenta una incapacidad por una gastritis hemorrágica. Inmediatamente mandamos a averiguar en qué se especializa el médico que extendió la incapacidad y nos damos cuenta de que era un esteticista. Entonces le comunico al resto de compañeros que vamos a mandar a traer a Juan Carlos Bolaños con la policía.
Después de esto entre los demás compañeros de la Comisión y yo se dio una simbiosis natural, y nos convertimos en un grupo de personas que creíamos que teníamos una oportunidad histórica de bajar banderas partidarias y hacerle ver a la prensa y los y las costarricenses que Costa Rica estaba por encima de cualquier cosa”.
El factor credibilidad no es antojadizo. Según la encuesta de opinión sociopolítica que realiza continuamente el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP), de la UCR, la Asamblea Legislativa junto con los partidos políticos son las instituciones públicas peor valoradas por los costarricenses.
Por eso, me contaba Ronny, primero hubo un trabajo individual, y luego un trabajo colectivo. Según su relato, aunque en principio la Comisión no tuvo noción del alcance mediático que tendría, sí estuvieron claros en que el tratamiento al tema corrupción no debía ser un show político más.
¿Cuál fue la estrategia para lograr mantener a los costarricenses al tanto de lo que sucedía en la Comisión?
— “Nosotros no tuvimos ninguna estrategia porque esto no se trataba de ganar rating. Si yo pudiera llamarlo de algún modo, la estrategia fue hacer las cosas bien.
Y en un país donde, lamentablemente, las cosas básicas a veces se hacen tan mal, cuando se hacen bien es noticia. Eso fue lo que hizo noticia: hacer las cosas bien. No fue ninguno de nosotros”.
¿Cree usted que esto crea un precedente, algún tipo de presión para la siguiente legislatura?
— “Yo no sé si esto creo un precedente porque desconozco a los futuros diputados. De qué va a depender que esto se repita, de que lleguen con la convicción de hacer las cosas bien. No importa cuáles sean los 57 diputados y diputadas que nos representen, yo estoy convencido de que en una Asamblea Legislativa tan desprestigiada como la nuestra, si hay voluntad de hacer las cosas bien, se harán bien”.
¿Es el desprestigio resultado de la corrupción, o por qué cree usted que está desprestigiado el Congreso?
— “Yo creo que no se tiene claro el norte por el cual se viene acá. No se tienen claras cuáles son las responsabilidades que los diputados tienen y en algunas ocasiones se ha desvirtuado la función del legislador...
El legislador no da empleo. El legislador no hace calles. El legislador no lleva obra pública a las comunidades. El legislador plantea leyes y hace control político, esas son las responsabilidades constitucionales de los y las diputadas”.
Durante los minutos finales de nuestra conversación, el diputado me contó que su llegada a la Comisión fue casi de rebote, pues la jefa de la fracción liberacionista le pidió de favor que asistiera pues nadie de su partido quería ir.
Antes de dirigirme a conversar con Ottón Solís, me quedé con algo que me dijo el diputado Monge acerca de su trabajo desde la comisión.
“Es una situación muy complicada, es decir, yo lo hice público en mi Facebook, Celso Gamboa es amigo mío, de compartir cumpleaños, etc; claro que por las circunstancias nos hemos alejado un poco, pero ser objetivo fue muy duro. Días antes de lo sucedido con Celso, un amigo me hizo llegar un pensamiento que creo que me sirvió, no para que se me quitará el dolor de tener que tomar decisiones contra gente a la que uno le tiene cariño, pero para mantener firme las decisiones correctas. El pensamiento decía algo así como si uno quiere eliminar la corrupción tiene que prepararse para ver a su familia y a sus amigos en la cárcel”.
Tecnología contra la corrupción, con Ottón Solís
En pocas ocasiones me he reunido con Ottón Solís para entrevistarlo, sin embargo, en cada una de ellas, el actual legislador, de entrada, siempre parece no estar poniendo atención, cosa que todos sabemos it's a trap.
En su oficina me atiende Estefany, la amable asesora que luego de unos minutos me pasa a su oficina. Lo primero que noto es que Solís viste ropa deportiva. De momento no entiendo si el legislador está llegando o se está yendo. Pero bueno, al punto.
¿Por qué considera usted que la ciudadanía se volvió a enganchar con un tema de corrupción y no lo soltó hasta el final?
— La tecnología hizo que la gente se apropiara del tema y no dependiera de lo que la prensa escogía para informar. La gente ya no estaba en manos del párrafo que un medio escogiera. Además, estamos hablando de muchísimo dinero que es de todos los costarricenses.
Hay otra razón, que no debería decir... la calidad de los diputados de la Comisión. Bueno, sí lo voy a decir, póngalo ahí… Gente como Patricia Mora ha hecho un trabajo extraordinario y el mismo Ronny Monge podría decir para mencionar solamente dos”.
A la vez que Ottón señala que las personas dieron continuidad al caso de corrupción más complejo de los últimos años gracias a medios no tradicionales como YouTube y Facebook, el diputado reconoce que en muchos otros casos de corrupción sí se necesita de la prensa para dar a conocer lo que está sucediendo. “Si la prensa no informa porqué se va a interesar la gente”, recalca.
Ahora que menciona los medios de comunicación. ¿Por qué cree que en este caso no hubo ese divorcio entre la prensa y los políticos y más bien los medios señalaron a los aparentes corruptos?
— “Es que son casos muy evidentes los expuestos en la Comisión. El caso de Yanber donde hay empresarios falsificando firmas, engañando a bancos públicos y privados… informar eso también le da credibilidad a la prensa, no solo a los políticos.
Porque en el caso del cemento no fue del todo así... Los grandes medios llegaron muy tarde”.
Los grandes medios. Pero, ¿cuáles son los grandes medios? La lógica apunta que son aquellos que la ciudadanía usa más para informarse. Estos, según la encuesta sociopolítica del CIEP, de enero 2018, son la televisión (64% de los costarricenses siguen recurriendo a la plataforma televisiva como medio para informarse) y las redes sociales (28% de los ticos se informan por estas plataformas).
Ronald Alfaro, investigador del CIEP, me indicó que no es la primera vez que realizan esta pregunta en las encuestas y que los resultados respecto a la televisión, como principal medio de información, no han variado demasiado a través del tiempo.
El hecho de que los grandes medios, como dice Ottón, entraran tarde a la difusión de las noticias dio chance para que la ciudadanía se informara por medio de otras plataformas. La ciudadanía recurrió a la tecnología.
Específicamente en el caso del cemento chino, siendo la comisión tan diversa ¿cómo fue posible poner de acuerdo a partidos políticos, ideológicamente tan distintos, en esta lucha contra la corrupción?
— “Es que el caso era muy evidente. Si un diputado empezaba a defender esto o lo otro iba a hacer el ridículo. También estaba siendo transmitido en vivo y la gente estaba ya muy involucrada. Ninguno se iba a exponer”.
¿Cómo cree que la gente debe darles seguimiento a los temas de corrupción del país?
— “Los ciudadanos pasan por alto las cosas. El primer papel de seguimiento es el de la prensa. La prensa debe ser coherente con sus críticas a la corrupción, digo... por dicha son críticos, pero no se debería dar espacio a gente que ha violado las normas éticas cuando estuvieron en la vía pública porque eso les da un reconocimiento que luego los ayuda a aspirar otra vez a cargos públicos.
En segundo lugar y volviendo a su pregunta, yo perdono a los obreros, a la gente que vuela cuchillo en una finca y a los que están en una construcción o en una fábrica, pero la gente que está en universidades y en oficinas debería estar informada y tener memoria.
A la hora de votar seleccionar de acuerdo a la memoria y no votar por personas, ni facilitarle la vida pública a personas que hayan fallado aún en lo poco, porque una persona que falla en lo poco ya tiene el germen de la corrupción”.
¿Cómo cree que es la sociedad costarricense con respecto a la corrupción?
— “Es una sociedad exigente, es decir, en realidad Costa Rica es uno de los países menos corruptos de América Latina...”
Pero es exigente a nivel político, porque los informes que saca la Contraloría anualmente sobre corrupción indican que la gente se salta un semáforo por aquí, que la gente paga un soborno por allá…
— “La gente es exigente pero como en muchos otros temas el ciudadano es incoherente. Es exigente y le molesta la corrupción, pero a la hora de la hora cuando le toca desechar la corrupción y promover la ética es incoherente.
Por ejemplo, a la gente le molesta el déficit fiscal, pero cuando uno propone ideas y les toca los bolsillos entonces ya nadie quiere arreglar esos problemas, ya no hay base política para entrarle a esos temas”.
Luego de un rato dejé de fijarme en la vestimenta del diputado. Su camiseta deportiva azul y sus tenis verdes con amarillo habían dejado de captar mi atención. Ahora mi atención estaba en las palabras del hombre que se ha caracterizado, durante su vida política, por la lucha contra la corrupción. Las galletas de Ottón Solís dicen algunos.
Lo cierto del caso es que su lucha ha sido constante y cuando, para cerrar la entrevista con él, le pregunto que por qué a veces parece que nadie quiere hablar de corrupción él me dice que es que la vida política es algo así como la vida en sociedad, todo mundo quiere hacer amigos.
“Es un tema al que la gente le tiene miedo porque se hacen muchos enemigos”.
Como les dije al inicio, aunque Ottón Solís parece no estar poniendo atención, en realidad sí está atento y es muy observador, por eso al final de nuestro encuentro me explica que va todos los días a la Asamblea en bicicleta y que se cambia de ropa cuando lo amerita. Fin del misterio.
Corrupción sistémica, con Patricia Mora
No se cansen de leer. Por favor. Con Patricia Mora terminamos esta semana. La inclusión de la diputada en esta entrevista es clave, su punto de vista holístico de lo que es la corrupción en el sistema político costarricense viene a bofetearnos dura pero oportunamente. Sin mayor introducción empieza la entrevista.
¿Por qué cree que los costarricenses se han enganchado tanto al tema corrupción durante el tiempo que ha trabajado la comisión investigadora?
— “Yo estoy convencida de que, de no haber sido por el involucramiento de varios medios de comunicación, no necesariamente los tradicionales, y por la participación de una ciudadanía lúcida y empoderada como la costarricense, esto no hubiera sucedido.
Ha sido, además, una acumulación de casos de corrupción. Es decir, la corrupción no aparece de manera espontánea con la aparición del empresario Juan Carlos Bolaños, aquí hay una acumulación de tres décadas, en dónde por medio de la alternancia en el poder, durante el bipartidismo, los casos de corrupción se han ido agravando.
Entonces parece que la ciudadanía costarricense tiene el olfato para darse cuenta cuando es suficiente. Aguantamos, aguantamos y aguantamos, pero de pronto llegamos a un punto donde nos resbalamos hacia un abismo y se prenden unas alarmas. Creo que eso fue lo que pasó, la sociedad costarricense prendió las alarmas y por eso quedó enganchada”.
¿Cuáles cree que fueron los actores principales que descobijaron la corrupción como un problema social grave?
— “Es que la corrupción siempre ha sido un problema grave. Esto no es de ahorita. La corrupción se viene denunciando desde siempre, es decir, yo el caso Yanber lo traje a la Comisión de Ingreso y Gasto Público en marzo del 2016, el caso de las Brisas José Merino lo denunció en 2009 a Oscar Arias, el robo de los certificados de abono tributario lo denunció Merino en el 2000, lo que pasa es que no teníamos un caso entre las manos para decir vean lo que denunciamos es esto tómenle la foto.
El papel de los medios de comunicación es importantísimo porque esto pudo haber sido completa y absolutamente invisibilizado. Aquí no hay nada garantizado y aquí hubo medios de comunicación muy muy importantes que se adhirieron al final porque ya no les quedaba más tren, o sea, ya había gente en la cárcel, ya se estaban allanando oficinas de diputados y ahí fue cuando se sumaron.
Lo cierto del caso, y hay que ser honestos, es que como se insistió y se insistió la ciudadanía respondió. Hay que decir que respondió un poco harta de saber que mirá lo de la trocha, mirá lo de los CATS, mirá lo de asignaciones familiares, cómo se roban lo de Las Brisas… Eso se te va quedando en un disco duro hasta que un día dijiste mirá ya no más, ya se pasaron de la raya”.
Lo mismo que le he preguntado a los otros diputados se lo pregunto a usted. ¿Cómo lograron partidos políticos, tan ideológicamente distintos, ponerse de acuerdo en un tema tan politizado como es la corrupción?
— “Sin ponernos de acuerdo, recuerdo que algún periodista mencionó un sábado, mientras estábamos metidos estudiando el tema, algo así como qué raro trío, diay son Ottón, Ronny Monge y Patricia Mora, pero ¿qué tienen en común? Diay lo que teníamos en común era que estábamos escandalizados de lo que teníamos en frente.
Sin manifestaciones grandilocuentes decidimos, bueno al menos personalmente, decidí que la bandera del Frente Amplio iba a quedar absolutamente en un segundo plano, y que lo que se requería ahí, para generar credibilidad, era tener en la mano la bandera de Costa Rica. Por otro lado, paciencia. La paciencia que hay que tener para que un informe salga unánime de una comisión que trató un caso de esta magnitud es que no es cosa fácil".
¿Cuál ha sido el gran logro que la Comisión ha tenido contra la corrupción?
— “El logro más grande que ha tenido la Comisión desde mi perspectiva, pero yo estoy situada ideológicamente en un lugar, es demostrarle la ciudadanía costarricense este sistema en el que vivimos para funcionar requiere de lo que para mí son actos de corrupción, como lo es crear sociedades de papel para defraudar al fisco, por ejemplo.
Es decir, ya hay unos códigos aceptados que no se ven feos. Son prácticas enquistadas que luego cuesta mucho erradicar. Porqué te digo que es la corrupción es consustancial al sistema, vamos a ver, en esta comisión de los créditos tenemos casos que se han salido del marco legal y entonces ya hay alguna gente en la cárcel, pero a propósito de los Panamá Papers, ¿vos conocés a alguien que esté en la cárcel en este momento en este país? No. En otros más adelantados sí, pero aquí yo tengo compañeros diputados, Otto Guevara, que se paran a defender el derecho a escamotearle al fisco la tributación, y un ex fiscal general de la república, el señor Chavarría, que dice que lo de Otto Guevara es meramente ideológico, que no es corrupción.
Dejando los casos específicos de lado, yo creo que con el trabajo de esta Comisión ha ganado la política con p mayúscula y perdieron, perdimos me incluyo, todas las oportunidades partidarias-electorales, que creo yo es lo que nos tiene donde estamos, frente a una pesadilla, digo yo que es una pesadilla, porque estamos frente a la posibilidad de volver 300 años en la historia de occidente”.
Al respecto de que usted toca el tema ¿cree que, en un posible gobierno de Fabricio Alvarado, donde se sabe que sus 14 diputados son personas políticamente poco preparadas, y aún se desconoce su equipo político, esto signifique un retroceso en la lucha contra la corrupción?
—“Es que no es un retroceso para la lucha contra la corrupción, es qué importancia tiene ya la lucha contra la corrupción si se instala aquí la pre ilustración.
Diay y qué me va a importar a mí si los Yankelewitz se robaron o no cuántos millones de dólares. El posible triunfo de Fabricio es terrible. Este chiquito, Fabricio, dice que tiene las manos limpias, se ha agarrado de eso para hacer campaña, pero mirá, si te has atrevido a meter un factor tan íntimo como un credo religioso en el juego político-electoral ya no sé si las manos las tenés limpias, ya la mirada no será limpia la de Fabricio. Él está jugando con la fe de miles de costarricenses y para sembrar el odio”.
Así es como cerramos las entrevistas con quienes han sido la cara de la comisión que investiga los créditos bancarios. Comisión de la cual muchos desconocen el nombre completo, pero que sin duda ha quedado en el imaginario colectivo como "la del Cementazo", la que investiga la corrupción.
Corrupción con la que no deberíamos acostumbrarnos a vivir. De verdad que, como nos decía Gustavo Araya hace un par de semanas, cuando se despartidiza una lucha ganamos todos. ¡Gracias por leer!